En el ejercicio 2017-18, el Linense marchaba en el octavo puesto con 41 puntos, a tres del Real Murcia. Terminó la liga undécimo y a 12 puntos del play off. Una campaña antes, el Real Murcia sí dio el salto de la octava posición a la segunda. A estas alturas se hallaba a cinco puntos del Villanovense, que marcaba el corte, y acabó la fase regular segundo después de sumar 26 de los últimos 30 puntos en juego.
Salvo esta excepción, ningún octavo clasificado más dio el salto a la fase de ascenso. En el curso 2015-16, dicho lugar era para el Marbella, que estaba a 12 puntos del Sevilla Atlético y terminó decimocuarto a casi 18 puntos del play off, cuyo corte marcó el Cádiz. La temporada anterior (2014-15), el Real Jaén iba octavo con 40 puntos y estaba a cuatro del Recreativo de Huelva. Pues acabó undécimo con 49 puntos y a 12 del cuarto, el Villanovense.
En los ejercicios 2012-13 y 2013-14, el Cacereño se encontraba en la plaza que ahora mismo ocupa la Udé. En la primera de ellas tenía a tiro al San Fernando, cuarto con un punto más, pero finalizó la temporada duodécimo y el Lucena accedió a la fase. En la segunda, se encontraba a siete del Guadalajara, cuarto, y acabó décimo a 18 puntos del play off, al que el Cádiz entró como cuarto.
En los cursos 2009-10, 2010-11 y 2011-12, la diferencia del octavo con el corte de la fase era de dos partidos, en concreto entre cuatro y seis puntos. Sin embargo, el Real Murcia B (09-10), el Roquetas (10-11) y el Melilla (11-12) fueron incapaces de acceder al play off.
Por lo demás, absolutamente nadie ha sido capaz de remontar 11 puntos de distancia en las diez últimas jornadas. La temporada pasada, el San Fernando, el Poli Ejido y el Mérida estaban a nueve del Real Murcia y el que más cerca acabó de la fase se quedó a 11 puntos. Algunos incluso en esta situación estuvieron más cerca del descenso que del play off, caso del San Fernando, que acabó decimoquinto, a un puesto de la promoción, en la campaña 2016-17.
El equipo de Pablo Alfaro tendrá que pelear contra los números para obrar su milagro particular. A su favor tiene que su plantilla está diseñada para acabar entre los cuatro primeros. En contra está el tiempo y el buen rendimiento de sus rivales. Y es que sólo quedan diez fechas para el final y los conjuntos situados en la zona alta no ofrecen grandes síntomas de debilidad. Con todo, la UD Ibiza no se rendirá y buscará una gesta o, más bien, un milagro.
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