Un instante del entrenamiento llevado ayer a cabo por el equipo unionista en la Ciudad Deportiva del Sevilla.

Llegó la hora, el momento que todos estaban esperando. La Unión Deportiva Ibiza debuta hoy, en Segunda División B. Eso sí, le toca bailar con la más fea después de que el calendario haya querido emparejarle con un recién descendido de Segunda División: el Sevilla Atlético.

Los sevillistas dijeron adiós a la categoría de plata tras dos años seguidos en ella y ahora comienzan un proyecto totalmente renovado, en el que no figuran sus principales figuras. David Carmona, Álex Muñoz, Matos, Eteki, Fede y Caro, entre otros, hicieron las maletas. La plantilla ha sufrido numerosos cambios, incluido el cuerpo técnico. Ahora, Luciano Martín es el entrenador de los hispalenses, que han contratado a jugadores como el mexicano Joao Maleck, cedido por el Oporto, Lucho García (Rayo B) y Manu Sánchez (Cádiz). Eso sí, para hoy tienen hasta cinco bajas: el sancionado Checa y los lesionados Amo, Javi Pérez, Genaro y Lara.

Habrá que ver cómo le va al nuevo Sevilla Atlético, que en teoría está llamado a acabar en la zona alta de la tabla clasificatoria. Ahí también pretende estar el conjunto ibicenco. Y es que Amadeo Salvo, presidente unionista, ya dejó claro en su día que él no hace «equipos para estar en mitad de tabla», una presión que no siente Ñoño Méndez.

El entrenador celeste, aseguró antes de emprender rumbo a tierras andaluzas que «cuando una persona llega a la UD Ibiza y sabe el proyecto que tiene, la presión es ésa». «Estoy convencido de que el presidente y todo el club están peleando para hacer el equipo más competitivo posible. Lo único es el handicap del tiempo, que es importante, pero creo que los jugadores están muy concienciados de lo que se pretende hacer», dijo.

El gran problema de los de Vila tiene forma de bajas. La principal es la de Sergio Cirio, jugador franquicia y máximo goleador la temporada pasada. El barcelonés se lesionó en un entrenamiento de esta semana y el club está aún pendiente de hacer oficial el tiempo que estará fuera de los terrenos de juego. Además, el centrocampista Chavero y los defensas Abel y Verdú tampoco serán de la partida por sanción.

Sobre el rival, el técnico de la UD Ibiza indicó que ya saben «cómo son los filiales». «Son equipos atípicos. Muchos jugadores empiezan a entrenar con la primera plantilla y quizá llegan sin tiempo suficiente para entrenar con su equipo, pero aun así será una piedra de toque importante», apuntó.

Luciano Martín también mostró su respeto por el conjunto pitiuso: «Conociendo la gente que está alrededor de ese equipo, sé que va a ser un equipo fuerte. No sé en qué momento está a estas alturas, pero va a tener buenos jugadores. Vamos a tener muchas dificultades. Esperamos un rival que va a querer ganarnos. Por lo poco que hemos podido ver ya tenemos una pequeña idea de cómo es el Ibiza, pero seguro que va a cambiar mucho porque está cambiando jugadores».

Precisamente eso hace que el Ibiza sea una incógnita ahora mismo. Habrá que esperar al pitido inicial para comenzar a despejarla.