«Somos muy conscientes de que nos quedan 90 minutos para conseguir el objetivo», declaró Rufete en rueda de prensa. Así se resume toda la temporada de la UD Ibiza, un año en 90 minutos. El club celeste arrancó su curso con el objetivo del ascenso y hoy a las 11.30 horas en la Ciudad Deportiva de Buñol tiene las puertas del cielo abiertas. Para pasar por ellas deberán eliminar al Levante B. De momento, los de Vila parten con la ventaja del 1-0 de la ida.
«Estamos en el mejor momento de la temporada porque estamos jugando la gran final», señaló el técnico alicantino. Los unionistas saben que no será fácil pues el filial granota demostró en Can Misses que tiene calidad y que será un conjunto peligroso. Rufete, como hiciese en la ida, volvió a incidir en que se trata de «un equipo solido».
El factor campo puede ser decisivo. Los de Olaizola se han mostrado como un conjunto muy solvente y sólo el Calahorra en la eliminatoria de campeones consiguió sacar un triunfo de la ciudad deportiva levantina. A estos datos, el técnico no les quiere dar crédito: «Es un partido muy diferente a los de la liga. No valen las estadísticas, vale el presente. Las emociones que se viven en estos partidos son muy diferentes».
Tampoco quiso darle importancia al lleno que se vivirá en Buñol: «No me preocupa el ambiente de los campos, me preocupa cómo llegamos, a qué vamos y cómo empezamos a calentar y a notar las sensaciones. El resto forma parte del fútbol. Nosotros vamos a 90 minutos para darle una grandísima alegría a la gente que vaya de Ibiza. Eso sí que me interesa». «El resto no me preocupa porque somos profesionales del fútbol y sabemos que durante el partido lo importante es lo que sucede en el campo», recalcó.
La plantilla entrenó ayer en césped natural para adaptarse al terreno de juego que tienen hoy. «Es el mejor lugar para jugar una final y seguir haciendo historia de este club. No hay nada más bonito en el mundo que a las 11.30 horas, la Ciudad Deportiva de Buñol. Somos unos privilegiados», señaló el preparador.
Incidió en que llevan todo el año trabajando para jugar esta final: «Nosotros hemos entrenado cada día para llegar a este punto. No hemos cambiado para nada y este club no cambiará nada porque la única medicina para conseguir objetivos grandes es tu día a día». «La oportunidad está ahí, y vamos a por ella», sentenció.
Como viene siendo habitual, el alicantino no dio pistas sobre los once que saltarán al terreno de juego. Durante estos play offs no ha hecho muchos cambios. Está la incógnita de si apostará por el equipo de Can Misses, o si el 1-0 de la ida podría hacer que buscase más control en el centro del campo y quizás cambiar alguna pieza. Quedan 90 minutos, puede que más si hay prórroga. La UD Ibiza tiene el partido más importante de su historia delante. Un paso le separa de Segunda B. El año está en juego.
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