Durante los primeros instantes del choque, el conjunto celeste dominaba el balón y se acercaba a los dominios del portero andaluz aunque sin crear excesivo peligro. Tampoco el Algeciras, obligado a ganar, se estiró demasiado en la primera mitad.
Tras el paso por vestuarios todo cambió. En una jugada extraña Adrián Ramos adelantó a los de Vila en el minuto 48. El portero y los defensas reclamaron mano del atacante ibicenco, aunque según dijo el delantero al finalizar el choque, es uno de los defensas el que la toca con la mano. Con el 1-0, parecía que todo estaba hecho. No fue así, tres minutos después el ex del Ibiza Moussa, extramotivado ayer, arrancó por banda izquierda y puso un balón al área para que Mané empatara el choque.
Con el tanto visitante aparecieron los nervios. Los de Rufete vivieron los peores minutos de la eliminatoria sabedores de que un gol les podía dejar fuera. El Algeciras empezó a tomar riesgos y adelantó sus líneas. Una situación que, en el 66, aprovechó Terán para montar una contra e irse de todos los rivales que le salieron al paso. Le cedió el balón a Ramos para que metiera gol. Éste la estrelló contra el portero, pero en el rechace apareció el de siempre, Cirio, para sentenciar el duelo.
En los minutos finales la UD pudo matar el encuentro, pero Mateu no estuvo fino de cara a gol. Con el pitido final, los ibicencos pudieron cantar victoria y superar el primer paso de esta carrera por el ascenso.
Este lunes se conocerá el rival de la UD Ibiza en la siguiente eliminatoria.
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