Una acción del partido de ayer entre la Peña Deportiva y el Zaragoza. | Marcelo Sastre

PEÑA DEPORTIVA: 0

REAL ZARAGOZA: 5

El Zaragoza se dio un atracón de goles en su visita a Santa Eulària. Los aragoneses, que llegaban en segunda posición, partían con mucho favoritismo ante una Peña que cada vez está más cerca de confirmar el descenso. La diferencia de calidad entre ambas escuadras pronto quedó demostrada en el campo, más aún gracias a los regalos que los locales hicieron a un equipo que no los necesita.

Ya desde el minuto dos se vio que el Zaragoza no venía de paseo. Jorge, una pesadilla para la defensa ibicenca, arrancó desde la izquierda y con un gran golpeo obligó a Sisamón a hacer una gran parada. No fue la única que salvó. Diez minutos más tarde se repetían los protagonistas con otra arrancada de Jorge que en el mano a mano se encontró con el portero. En el rechace, sí lo superó, pero la defensa evitó el tanto cuando el balón se colaba en la portería.

Con todo, el primer tanto no tardó en llegar. Baselga aprovechó un error en la salida de balón para adelantar al Zaragoza cuando no se cumplían 20 minutos. Fue el primero de los regalos de la zaga local. El segundo llegó tras un saque de banda. El balón botó dos veces antes de llegar a Soro, que no perdonó.

Cuando parecía que no podía ir a peor, el defensa local Dani decidió autoexpulsarse y dejar a su equipo con uno menos. En una pérdida de papeles, vio dos amarillas con una diferencia de seis minutos por golpear el balón con fuerza contra las vallas.

La segunda parte fue un monólogo del equipo aragonés, que se puso a tocar el balón haciendo el campo grande para aprovechar la superioridad numérica. Las ocasiones se sucedieron y sólo el buen partido de Sisamón y el poco acierto de los atacantes visitantes evitaron una goleada de escándalo. El tercero lo marcó Carrasco en otra concesión. Aprovechó que no había pedido barrera para lanzar la falta y marcar a portería vacía.

Un minuto más tarde, Baselga anotó el segundo de su cuenta en un buen disparo cruzado. Fue entonces, con el 0-4, cuando el Zaragoza se relajó y la Peña pudo probar un poco al portero visitante. En un partido sin ritmo en el que todo el mundo esperaba a que el árbitro señalara el final, ya en el añadido Baselga anotó de penalti para cerrar su hat-trick. De esta forma, los peñistas se llevaron una ‘manita‘ con la que a saludan a una Liga Nacional a la que regresarán la próxima temporada salvo auténtico milagro.