Sin apenas tiempo para recuperarse tras cerrar en Hong Kong su última comparecencia deportiva del año, Toni Prats hace balance de su paso por el mundial, mientras asegura que ha dado ya inicio a una nueva etapa de preparación para fijarse nuevos retos que superar de cara a la próxima temporada.
—Señor Prats, acaba de regresar usted de participar en tierras asiáticas en un nuevo mundial de kayak de mar, aunque no sé si ha vuelto todo lo contento como le habría gustado hacerlo con sus resultados personales. ¿Qué balance puede hacernos de esta competición?
—Bueno, el balance es un poco agridulce porque, a pesar de competir al más alto nivel dentro de mi deporte y disfrutar de una experiencia que he intentado aprovechar al máximo, la verdad es que estoy un poco decaído, ya que dos días antes de comenzar la prueba padecí un poco el jet lag y me pasé un día destrozado físicamente y otro metido en la cama para poder estar en la competición sí o sí, aunque no pudiera salir a dar el 150% que hacía falta.
—Entonces, ¿cómo fue el planteamiento de su carrera?
—Por encima de cualquier circunstancia siempre hay que tener cuidado porque estamos en mar abierto, que es un entorno al que hay que tenerle mucho respeto. La suerte fue que el día de la carrera, el domingo, sí que me encontré en mejores condiciones, por lo que me planteé enfocar la carrera de otra manera diferente a la que tenía pensada, ya que sabía que no podía salir a ganar. Al menos, ya que había entrado en el ránking mundial, lo que intenté fue estar lo más cerca posible de ese Top 30. En mi categoría quedé en la 31ª posición, lo que supone casi conseguir lo que me propuse.
—¿Qué ha sido lo mejor para usted de esta nueva experiencia mundialista?
—Bueno, teniendo en cuenta el altísimo nivel de los competidores y que había dos participantes por cada país, lo cierto es que estoy bastante más ilusionado con este resultado en Hong Kong que con el del mundial de Tahití. En este mundial he podido ver una pequeña mejora en mí. Estar compitiendo con los mejores palistas del mundo es una experiencia que me va a sumar muchas tablas de cara al futuro. Espero que todo lo que he vivido y aprendido allí me sirva para poder dar algún día un golpe de autoridad sobre la mesa.
—¿Cuál es ahora el próximo reto que se marca en el horizonte?
—Acabo de terminar la temporada desde que comencé a competir allá por el mes de febrero. Ahora mismo, con los pies en el suelo, y tras unos días de descanso activo, lo que tengo que pensar ya es en volver cuanto antes a empezar otra vez con la rutina de entrenarme. Más adelante, cuando se acerque el inicio del año, me sentaré con mi entrenador para ver las regatas que hay y analizar el calendario de competiciones de la próxima temporada para poder fijarme un nuevo objetivo.
—¿Cuánto tiempo le dedica de media a su rutina de entrenamientos durante los meses de la pretemporada?
—La verdad es que menos de lo que me gustaría, que es una de las cosas que he acabado pagando este año. He conseguido llegar al nivel, pero me avergüenzo un poco de la cantidad de horas de entrenamiento y de sacrificio que le he dedicado para poder llegar.
—¿Se ve compitiendo otra vez en el próximo mundial?
—Para saber en qué nivel estás, siempre es la propia competición la que mejor te lo va a decir. Confío en que podré estar en el próximo mundial, ya que en estos dos mundiales, sin haber conseguido acabar en una gran posición, la verdad es que la experiencia que me llevo a la espalda de todo esto se convierte en un arma muy grande y que bien utilizada me puede colocar en la competición en puestos mucho más altos.
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