Una imagen del momento en el que la plantilla rojinegra conoce el nombre del que será su rival en esta eliminatoria de 1/16 de la Copa del Rey. | DANIEL ESPINOSA

Nervios desatados, emoción a raudales, esperanza sin límites, euforia contenida, ilusión a flor de piel y dedos cruzados tras la espalda con auténtica superstición futbolera para invocar a la diosa Fortuna. Todos estos contrastados sentimientos y otros muchos más se aglutinaron al mediodía de ayer en el salón del restaurante del Hostal Sa Volta de es Pujols, enclave elegido por la plantilla de la SD Formentera para presenciar en directo el crucial sorteo de los emparejamientos de la eliminatoria de dieciseisavos de final de la Copa del Rey.
Poco antes de la una del mediodía, los integrantes de la plantilla rojinegra llegaban al punto de reunión, en compañía de su técnico, Tito García Sanjuán, y del presidente del club, Xicu Ferrer. Allí, desde hacía ya algún tiempo habían empezado a congregarse poco a poco un buen número de aficionados formentereses alentados en su fuero interno por la ilusión de poder compartir junto a sus futbolistas la alegría de ver hechos realidad sus anhelos de poder presenciar un emparejamiento a doble partido con uno de los grandes del fútbol nacional en el torneo copero.
Máxima expectación
Entre comentarios jocosos, bromas y chanzas se fue calentando el ambiente entre los asistentes a la retransmisión del sorteo celebrado en la Ciudad del Fútbol de la Roza (Madrid).
En el bombo, un total de 32 equipos, de los cuales cinco eran de Segunda División y siete de Segunda B (Fuenlabrada, Elche, Murcia, Ponferradina, Lleida, Cartagena y Formentera).
Barça y Real Madrid, por aplastante lógica, eran las principales preferencias y los rivales más deseados entre los integrantes del plantel de Tito García Sanjuán.
No obstante, los hados del azar quisieron serles esquivos otra vez al conjunto pitiuso, que sin poder esconder su profunda decepción, vio cómo la bolas del sorteo les escatimaban la oportunidad de ser uno de los agraciados con alguno de los dos esperados ‘Gordos’.
El primer emparejamiento unió los destinos del Cartagena y del Sevilla, rival del pasado año de los formentereses. Hubo suspiros de satisfacción. Las bolas extraídas en segundo lugar juntaron al Elche con el Atlético de Madrid. Un emparejamiento que, pese a gustar por conceder la ocasión de pisar el nuevo Wanda Metropolitano, dio pie a una palpable ilusión porque las posibilidades de caer con el Barça o el Real Madrid aumentaban considerablemente para el Formentera.
Premio de consolación
Acto seguido el nombre del Murcia es el que apareció y, tras él, la bola con el Barça. Fue entonces cuando las exclamaciones de resignación comenzaron a hacerse patentes. Resignación que se convirtió en decepción al instante cuando el Fuenlabrada resultó ser el club agraciado con la visita del Real Madrid.
Pocos, muy pocos, a esas alturas ya, podían disimular por entonces su contrariedad y su desencanto con el resultado de un sorteo que, no obstante, quiso depararles a los rojinegros como premio de consolación un bonito duelo deportivo con otro de los históricos y grandes clubes de nuestro fútbol, un Athletic de Bilbao en el que se respira desde bien antiguo un honda tradición copera. Ahí, los semblantes en las caras de muchos de los integrantes del plantel del Formentera expresaron alguna que otra sonrisa de satisfacción, ya que no todos los futbolistas, ni tampoco muy a menudo, se tiene la posibilidad de jugar en un estadio con la solera que posee ‘La Catedral’.
El choque de ida tendrá lugar en Formentera el próximo 25 de octubre, mientras que la vuelta se jugará en San Mamés el próximo 29 de noviembre.