El partido empezó como era de esperar. La Peña se jugaba seguir en la persecución del liderazgo y el Binissalem, soñar con estar en las primeras posiciones de la tabla. La igualdad entre ambos conjuntos fue más que palpable durante los primeros instantes del encuentro. Los visitantes salieron al terreno de juego con una conservadora línea de cinco defensas. Por contra, la Peña no estableció ninguna sorpresa en su pizarra.
Los santaeulalienses golpearon primero en el minuto nueve por medio de Piquero, quien recibió un gran pase desde medio campo para que éste fregara el palo de la portería custodiada por Fullana. Los de Dani Mori empezaron avisando. Aun así, el Binissalem se puso también el mono de trabajo para generar su única ocasión de peligro durante los primeros 45 minutos del partido. Lo hizo por medio de Jaume Moyà, quien enganchó un balón que se fue al exterior de la portería por escasos centímetros.
A partir del minuto 20, los de la Villa del Río sufrieron fallos en su motor. Las llegadas se quedaban en nada. Los delanteros locales lastraron su puntería sobre los tres palos. Los mallorquines se mostraron bien posicionados en los marcajes y sin rifar balones, con una permanente presión que hizo que la Peña no encontrara su sitio sobre el campo a lo largo de un cuarto de hora.
La bestia despertó y, por suerte, encontró su sitio. Terán, en el 38, se convirtió en la llave para desencadenar ese desbarajuste y subir el primer tanto al luminoso tras enganchar una preciosa volea. A partir de ahí, los santaeulalienses cerraron la primera parte como auténticos dueños del partido. El culpable no fue otro que Terán, que a través de su desborde y velocidad mareó a los jugadores del Binissalem, que se perdían en medio de sus regates. El jugador sevillano estuvo a escasos centímetros de poner el segundo tanto en el marcador. Un fuerte disparo desde la media luna obligó a Fullana a tener que estirarse para evitar marchar al vestuario con dos arriba.
El inicio del segundo tiempo se desarrolló sobre el mismo guión con el que dio inicio el encuentro. El intercambio de balones entre los dos equipos era constante. Eso sí, esta vez duró solo cinco minutos, porque la Peña se armó de valor para dominar en el tiempo restante.
Los de Dani Mori sacaron a relucir su potencial arriba. Terán y Luis se intercambiaron los papeles. El lateral del conjunto local puso en peligro a la zaga mallorquina, que en muchas ocasiones se conformó viendo cómo se marchaba en velocidad. En una de sus internadas, Luis, como si se tratara de un auténtico velocista, se fue de hasta tres jugadores para servir en bandeja un cuero que Fullana sacó con una mano providencial sobre la línea tras el remate de cabeza de Ortiz.
El conjunto de la Villa del Río dobló en número de disparos al Binissalem, que se aproximó al área rival en contadas veces. Las últimas, en los instantes finales, con dos faltas en las que la Peña tuvo que achicar para evitar la sorpresa.
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