En estos momentos, Inza se encuentra en una vivienda a seis kilómetros de Santa Eulària, en una zona sin acceso a comercios, y en ella no puede ubicar a sus familiares porque carecen de transporte particular. Un día antes de recalar en la isla le negaron una residencia en el municipio santaeulaliense porque finalmente iba a someterse a reformas. El técnico ya ha mostrado al club su desacuerdo por la vivienda actual y éste le propuso marcharse a otra que, eso sí, debería abandonar en mayo. Eso supondría volver a hacer mudanza, algo que no convence al míster, reacio especialmente por tener que trasladar nuevamente a su hijo.
Inza ha dejado todo en Málaga para apostar por este proyecto, pero su aventura ibicenca finalizará antes de lo esperado si la Peña Deportiva no le brinda una solución inmediata. Según fuentes peñistas, es cierto que le ofrecieron dos opciones antes de recalar a la isla y que una de esas posibilidades desapareció un día antes de su llegada por ser puesto a reformar. Con todo, le ofreció otro, el que tendría que dejar el 21 de mayo, pero el míster rechazó volver a hacer mudanza. También se le ofreció el piso en el que actualmente viven varios de los jugadores y el club les reubicaría, opción también rechazada.
Inza desembarcó en Ibiza el martes de la semana pasada y se marchó directamente al entrenamiento de los suyos en Santa Eulària. Cuatro días más tarde se sentó en el banquillo peñista para dirigir su primer encuentro, en el que los suyos rompieron su racha negativa y vencieron por 2-3 al Escola Pía. Hoy, a las 13.30 horas, vivirá contra el Playas de Castellón su primer partido como local con el Harinus y, posiblemente, el último. Para este encuentro causan baja los fichajes realizados en verano y que no están teniendo protagonismo en el equipo: Alberto y Eric.
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