Can Misses ya no entraña peligro

El proyecto de reforma de la piscina de Can Misses sigue adelante. Un nuevo informe, emitido por el mismo autor del anterior, Rafael García Lozano, «a petición de la Alcaldía», salió ayer a la luz para justificar que «se puede poner a funcionar nuevamente dicho equipamiento deportivo con total garantía de seguridad y sin ningún riesgo sanitario», siempre y cuando se efectúen «las obras de acondicionamiento de la primera fase del proyecto recientemente redactado y siempre que la segunda fase se ejecute al año siguiente».
Según un comunicado enviado ayer por el actual equipo de gobierno, «a la vista de este informe, el Ayuntamiento de Eivissa quiere comunicar que continúa con el proyecto de reforma de la piscina, tal y como se había planteado. Asimismo, y respaldados por el informe del técnico municipal, el ejecutivo de Vila vuelve a enviar un mensaje de tranquilidad a los ciudadanos. La concejala de Deportes, Mar Sánchez, por su parte, ha recordado que el mismo techo que ahora critica el PSOE-Pacte ha estado en el mismo sitio durante los 12 años que los socialistas gobernaron la ciudad de Eivissa, sin que ninguno de sus responsables políticos dijera o hiciera nada por reemplazarlo».
El nuevo informe, Rafael García justifica que, con el anterior, «quería mentalizar a los responsables municipales de ese momento que se precisaban obras de acondicionamiento mucho más importantes de las que ellos creían para reabrir la piscina de Can Misses».
«La nueva concejala de Deportes nos pidió una estimación económica para las obras de acondicionamiento, que suponen un coste de 800.000 euros para llevar a cabo todo lo mencionado en el informe 369/2010 y le comenté que se podría ejecutar en dos fases», explica el escrito, en el que se deja claro que no hay peligro de salud para los usuarios: «El polvo de fibrocemento o absento-cemento que se produce cuando se corta puede producir cáncer y que, por ello, siempre que nos encontramos con este material, su manipulación y retirada se tiene que hacer con guantes y mascarilla, y con personal especializado. Además, la piscina se pasó tres años sin cielo raso abierta al público y esto no representó ningún riesgo sanitario pues la cubierta se encuentra a más de seis metros de altura».