El británico Jenson Button (Brawn GP) cumplió su sueño de proclamarse campeón del mundo de Fórmula Uno tras remontar desde la decimocuarta plaza, desde la que comenzó, hasta la quinta, en la que acabó el Gran Premio de Brasil, penúltima prueba del Mundial, mientras que el español Fernando Alonso (Renault) no pudo completar una sola vuelta.
El ganador de la carrera en Interlagos fue el australiano Mark Webber (Red Bull), que fue el primero en ver la bandera de cuadros que hizo ondear el brasileño Felipe Massa. Cruzó la línea de meta por delante del polaco Robert Kubica (BMW Sauber), en su mejor resultado del año, y el británico Lewis Hamilton (McLaren-Mercedes), que ayer fue sucedido en el palmarés del Mundial por un compatriota.
El brasileño Rubens Barrichello, compañero de Button y que salió desde la «pole», no pudo hacer nada para evitar que el inglés ganara el título en su propia casa. Fue superado en la pista por Webber y Kubica y al final incluso tuvo que hacer una parada extra por un pinchazo que ya había aprovechado Hamilton para acabar por delante y cuando sus opciones ya eran remotas.
Barrichello sólo pudo sumar un punto, el que le otorgó la octava plaza. El público en Interlagos se fue a casa apesadumbrado por segundo año consecutivo.
Button vio muy seriamente comprometidas sus opciones de ganar el título a una carrera del final (el Gran Premio de Abu Dhabi) tras acabar la sesión de clasificación del sábado, disputada bajo un diluvio, en la decimocuarta plaza, mientras que su compañero y máximo rival, Barrichello, se hacía con la «pole».
En una carrera disputada con la pista seca, pese a las previsiones que auguraban lluvia, Button hizo lo que tenía que hacer. Salió a por todas. Y fue adelantando rivales aprovechando la superioridad de su Brawn GP-Mercedes en busca de acabar lo más arriba posible. Se deshizo sucesivamente del francés Romain Grosjean (Renault), los japoneses Kazuki Nakajima (Williams) y Kamui Kobayashi (Toyota) y el francés Sebastien Buemi (Toro Rosso).
A partir de ahí, se lanzó como un poseso hacia adelante. Sin meterse en problemas innecesarios. Cruzó la línea de meta en la quinta plaza, la que le daba lo necesario para cumplir su ansiado sueño.
El tercer aspirante al título, el alemán Sebastian Vettel (Red Bull), también protagonizó una brillante carrera que le llevó a remontar desde la decimosexta hasta la cuarta posición. Salió, como él mismo dijo, con el cuchillo entre los dientes, tratando de mantenerse vivo en el campeonato, aunque al final no sirviera para nada.
Además, el equipo Brawn GP logró de forma matemática el título de Constructores en su primer año en el campeonato. Le bastaba con medio punto, pero al final sumó cinco, gracias a Button y Barrichello.
La carrera de Fernando Alonso duró menos de una vuelta. El español salió perjudicado de un incidente entre el italiano Jarno Trulli (Toyota) y el alemán Adrian Sutil (Force India). Ambos acabaron fuera de la pista, pero fue el segundo al que se encontró el español en medio de la pista cuando regresaba a ella rebotado desde la hierba. Fernando Alonso no pudo evitar impactar con el coche de Sutil. Entró enseguida en la zona de garajes, mientras el alemán y Trulli se enzarzaban en una acalorada discusión aún en el trazado, pero se dio cuenta de que no podía continuar la carrera.
«Vi que venía un coche por la hierba, marcha atrás, el de Adrian Sutil, y no pude hacer nada», explicó Alonso.
La carrera de ayer vivió un arranque plagado de incidentes. El coche de seguridad debió ingresar a la pista durante cuatro vueltas tras el caos del giro inicial, cuando un choque involucró al Force India de Adrian Sutil, el Toyota de Jarno Trulli y el Renault de Fernando Alonso, dejó a todos fuera.
Trulli y Sutil protagonizaron una acalorada discusión sobre la misma pista, con el italiano mostrándose muy molesto por el episodio.
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