C. Roig

El pleno del Consell acordó ayer por unanimidad instar a la SE Eivissa para que aporte los presupuestos y liquidación de las temporadas 2007-2008 y 2008-2009. El debate se produjo tras la solicitud del PP de que el Consell realizara una auditoría del club por haber recibido subvenciones de la máxima institución insular. La consellera popular Carolina Torres calificó la historia económica del club de «culebrón» y «serie de misterio» por lo que pidió «más luz» sobre este asunto. El conseller de Política Esportiva, Mario Avellaneda, se negó a realizar una auditoría porque consideró que no está permitido legalmente, además de que aseguró que el Consell hace un seguimiento de todas las subvenciones que otorga y este año no le ha dado dinero por sus deudas con la Seguridad Social. «Me sorprende su actitud, señor Avellaneda, porque usted estuvo a punto de dimitir porque se había dado una subvención a este club», rebatió Torres, que argumentó que el hecho de que no se haga la auditoría indica que hay «algo que ocultar». También criticó que el Eivissa ha recibido «trato de favor» frente a otros clubes por parte de las instituciones.

Arruinado

Avellaneda cree que lo único que ha pasado con el Eivissa es que el presidente se arruinó y por eso las cosas marcharon mal. Además cree que si la anterior directiva era «inútil» ya ha tenido su castigo porque ha dimitido. «Lo único que podemos hacer es pedir que hagan presupuestos reales», añadió el conseller que dudó de que pueda haber «masa deportiva» necesaria para crear un club de 2ª A. De hecho, Avellaneda indicó que el Eivissa no interesa ahora mismo a los ciudadanos, más preocupados por mantener su trabajo y su casa.

En este punto intervino el presidente Xico Tarrés, que defendió su afición al fútbol y al Eivissa. Pese a ello, rechazó haber beneficiado al club de forma ilícita. «Me sabe mal que el señor Ortega se haya arruinado, pero no he podido hacer nada», indicó Tarrés, que aseguró que nunca ha pasado por delante ningún expediente suyo de construcción y que lo único que hizo el año pasado a título personal fue aportar mil euros como aficionado. Asimismo negó cualquier otro trato de favor e indicó que lo que sí hizo una vez fue defender al club ante el Govern para que recibiera la subvención de 300.000 euros por aumento de categoría.

Finalmente y tras un intenso debate, PP y equipo de gobierno se pusieron de acuerdo para instar al club para que presente sus cuentas al Consell.