Es una costumbre preciosa. 2006, Mundobasket de Japón, España vence a Grecia en la final por 70-47 con Pau Gasol lesionado. 2007, Eurobasket de Madrid. Los helenos vuelven a caer, esta vez por partida doble, 75-58 en la segunda fase y 82-77 en semifinales. 2008, Juegos Olímpicos de Pekín. Los 'juniors de oro' nuevamente baten a los griegos, en dicha ocasión, en la primera fase, por un claro 81-66.

La generación que comandan Pau Gasol y Juan Carlos Navarro se ha acostumbrado, en los últimos años, a mantener una bonita tradición. En las competiciones que les han dado fama no sólo mundial sino histórica han batido al conjunto que llevaba años dirigiendo con maestría el actual base del Olympiakos Theodoros Papaloukas. Hoy, a partir de las 18:30 horas (La Sexta), tiene la oportunidad de continuar con su bello hábito.

Aunque Grecia ha cambiado mucho en este Eurobasket respecto a las citas anteriores. La llegada al banquillo del lituano Jonas Kazlauskas substituyendo al mítico Pannayotis Yannakis y la ausencia del líder, el propio, Papaloukas y de su fiel escudero Dimitris Diamantidis (además de hombres como Kostas Tsartsaris o Michalis Kakiouzis) ha propiciado la llegada de nuevos aires al combinado heleno. Pese a que la competitividad y la épica sigue en sus genes, han pasado de un juego centrado en dormir en partido y ser férreo atrás a un baloncesto alegre basado en intentar rápidos contraataques y lanzar desde más allá de 6,25 metros. sobre todo, lanzar y seguir lanzando.

Y en esa faceta el principal referente es Vasileios Spanoulis. El número 7 griego que igual ejerce de base como de escolta tiene licencia para lanzar y, aunque en ocasiones asiste con maestría, el lanzamiento es su principal labor incluso en situaciones límite como en el rocambolesco partido contra Francia por la primera plaza del grupo E, cuando anotó un triple de medio campo o ayer, cuando repitió 'show' desde más allá de 10 metros en plena prórroga de sus cuartos de final ante Turquía. Él es termómetro de esta selección, por quien pasan todos los balones de ataques y a quien hay que prestar mayor atención.

Junto a él hay una retahíla de buenos tiradores que, acaban consiguiendo que el número de lanzamientos de 3 y de 2 de Grecia, en muchos partidos, sean similares. Son el base del Montepaschi de Siena, Nikolaos Zisis, el alero alto del Panatinaikos, Stratos Perperoglou e incluso jugadores interiores que pueden llegar a emigrar de la pintura para no pisarla durante muchos minutos como Antonis Fotsis, ex del Real Madrid, o Bouroussis.

Precisamente Bouroussis es el líder del juego interior de Grecia, seguramente, su baza más débil. Él, un jugador muy móvil con un buen juego de pies y Sofoklis Schortsanitis, Baby Shaq, un ala-pívot bajo de mucho peso pero muy lento, están teniendo verdaderos problemas en este Eurobasket para cerrar a los pivotes rivales con muchos centímetros y, pese a la buena ayuda de Fotsis en el rebote defensivo, el interior se plantea como un flanco donde los hermanos Gasol pueden hacer verdadero daño.

Confianza

Pese a todos los peligros que trae consigo esta renovada selección griega, los jugadores de la selección española están confiados y, esa es una arma de doble filo. «Jugando con la intensidad y la concentración que tuvimos ante Francia somos muy difíciles de batir. Para ello, nuestro rival nos tiene que igualar en esos aspectos, que ya es difícil y luego poseer la calidad individual de nuestros jugadores, que aún lo es más», señalaba ayer Pau Gasol en rueda de prensa antes de añadir: «En los momentos débiles que pasó el equipo recibimos muchos palos por parte de los medios y eso nos llevó a una mayor unión de grupo y a un ejercicio de orgullo. Muchas gracias por esos palos», decía pocas horas después con cierta guasa el entrenador Sergio Scariolo que, para hoy puede contar con todos sus jugadores. «Si esas críticas ayudaron a mostrar el nivel que mostramos ante Francia agradezco a la prensa que las hiciera», explicaba el italiano que finalizaba contundente, como Gasol: «Si estamos al 100% y defendemos y atacamos como ya hemos demostrado que podemos hacerlo, tengo serias dudas de que cualquier otro equipo pueda llegar a nuestro nivel de baloncesto». Habría que ser prudente.