David Ferrer y Juan Carlos Ferrero, sacaron ayer adelante sin contratiempos sus respectivos compromisos frente Harel Levy (6-1, 6-4 y 6-3) y Dudi Sela (6-4, 6-2 y 6-0), y arrimaron a España hacia su séptima final en la Copa Davis, torneo en el que es la actual campeona. El factor sorpresa que ha acompañado al conjunto hebreo en su transitar competitivo por el presente año, con victorias a domicilio ante Suecia y como local frente a Rusia, desapareció en la tierra batida de la cancha creada en La Torre Golf resort de Torre Pacheco.
Ferrer tardó menos de dos horas en imponerse a Levy, un jugador anclado en el puesto 140 del ránking mundial, sin pedigrí competitivo a nivel profesional y sólo alentado por sus victorias en la eliminatoria previa, contra Rusia, donde fue capaz de batir a tenistas reputados como Igor Andreev e Igor Kunitsyn. El número dos israelí sufrió en tierra, en la que no ha jugado en toda la temporada.
Tampoco fue capaz de hacer frente a la situación Dudi Sela, el principal baluarte israelí en cuanto individuales se refiere. La vigésima novena raqueta del ránking ATP pasó un mal rato. Fue atendido, desde el ecuador del partido, de las dos piernas, del brazo derecho y de la mano.
Fue clave el cuarto juego del segundo set. En el que Sela desperdició un puñado de posibilidades de rotura.
La leyenda de Goliat y David a la que se aferraba Israel para sobrevivir a la eliminatoria se difumina. Queda a expensas de una remontada épica. Pendiente en primer lugar, del enfrentamiento de dobles de hoy entre Jonathan Erlich y Andy Ram y Feliciano López y Tommy Robredo.
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