Andrés Merello BARCELONA

Daniel Jarque González (01-01-1983), capitán del Espanyol, falleció ayer a los 26 años de edad como consecuencia de un ataque al corazón en Coverciano (Italia), donde la plantilla blanquiazul realizaba la segunda parte de la preparación veraniega.

Jarque, que fue elegido capitán el 18 de julio durante la estadía del equipo en Peralada (Girona), era uno de los jugadores más destacados del Espanyol. Titular indiscutible, era uno de los nuevos símbolos de la cantera españolista y un espejo para todos los centrales del fútbol base blanquiazul.

Después de unos años de aprendizaje a la sombra de compañeros como Toni Soldevilla, Alberto Lopo o el propio Mauricio Pochettino, actual entrenador del Espanyol, Jarque era en estos momentos uno de los titulares indiscutibles del equipo y uno de los futbolistas más destacados.

El defensa debutó en Primera División el 20 de octubre de 2002 en un partido ante el Recreativo de Huelva con Ramon Moya en el banquillo. El futbolista comenzó a asentarse en el conjunto blanquiazul en la temporada 2004-05, cuando jugó 21 encuentros de Liga, aunque fue a partir de la siguiente campaña cuando se convirtió en titular indiscutible.

Las últimas dos temporadas ha sido uno de los futbolistas más regulares del Espanyol y ha contado para todos los técnicos que han pasado por el club durante los últimos años. Jarque se había convertido en uno de los líderes del vestuario por su trayectoria y su carácter tanto dentro como fuera del terreno de juego.

Central fuerte, rápido, impecable en el juego aéreo y contundente, se había convertido en el auténtico líder de la defensa españolista. Jarque, formado en las categorías inferiores del Espanyol previo paso por la Cooperativa de Santboia, fue internacional sub-21 en varias ocasiones y muchos pensaban que en un futuro cercano podía alcanzar la internacionalidad absoluta.

En su palmarés figuran 1 Copa del Rey en 2006 y el subcampeonato de la UEFA en 2007, ambos con el Espanyol, además de ser campeón de Europa sub'19 en 2002, donde coincidió con Iniesta, Torres, Reyes y el mallorquín Miquel Angel Moyà.

Jarque afrontaba con mucha ilusión esta temporada en la que el Espanyol estrena el estadio de Cornella-El Prat. El central, como la mayoría de compañeros formados en las categorías inferiores del club, tenía muchas ganas de volver a tener una casa propia. Sólo pudo jugar el pasado domingo, 2 de agosto, ante el Liverpool.

El futbolista, que participó el pasado miércoles en el amistoso ante el Nápoles, será recordado como uno de los futbolistas con más talento de la cantera y más destacados de este principio de siglo. Su fidelidad al club y su clase como jugador y persona le convertirán en un símbolo para todo el españolismo.