El base español Ricky Rubio fue elegido ayer contra pronóstico con el número cinco por los Minnesota Timberwolves en el draft de la NBA, en Nueva York, por lo que dejó abierta la puerta a volver a jugar en España al menos durante un año más.

«Ahora no descarto para nada volver a España», dijo Rubio una hora después de conocer que, a primera vista y a falta de que se hable de traspasos, su futuro en la liga profesional de baloncesto de Estados Unidos pasa por el equipo de Minnesota, un destino que no se encontraba entre sus predilecciones.

El olímpico español, de 18 años, aseguró que los Timberwolves, un conjunto que a día de hoy no tiene entrenador para la próxima temporada, se han mostrado dispuestos a esperarle «un año», según le ha informado su agente.

«Yo no hablé con ellos, por lo tanto no tengo la necesidad de venir. El equipo me ha dicho que me esperaría un año y vamos a ver si vengo el año que viene o no», subrayó Rubio, primer jugador nacido en la década de los noventa en ser seleccionado en un sorteo de novatos de la NBA.