Julio; Carlos, Ernesto, Dani Galiana y Clayton -cinco inicial- Coria, Roberto Herrero, Sebas, Miguelito, Nino, Fran Heredia e Iván.Goles: 0-1, min. 1, Kike. 1-1, min. 6, Coria. 1-2, min. 9, Miguelito. 2-2, min. 10, Iñaki. 2-3, min. 14, Ernesto. 3-3, min. 14, Kike. 3-4, min. 16, Sebas. 3-5, min. 16, Sebas. 4-5, min. 18, Kike. 4-6, min. 25, Dani Galiana. 4-7, min. 27, Miguelito. 5-7, min. 34, Kike. 5-8, min. 39, Roberto Herrero.
Àrbitros: Cases Núñez y Perea Bermell. Amonestaron con tarjeta amarilla a lo s locales David Pino y Joan, así como al visitante Ernesto.
Incidencias: Pabellón del IES Portocristo. 150 espectadores.
Tomás Sánchez Venzalá
El sueño tomó forma. El Gasifred Ciutat d'Eivissa consiguió ayer el objetivo por el que había estado luchando toda la temporada: el ascenso. El equipo azulino, en un partido alocado, supo hacer gala de su calidad y superioridad para noquear al Manacor B en el derbi balear y asegurarse así su presencia en División de Plata la próxima temporada. Se lo merecían los pupilos de José Luis Pérez Escrich, porque han liderado la clasificación la mayor parte de la campaña, tiene un vestuario unido y ha mostrado una fe inigualable en los momentos clave.
El Gasifred sólo necesitaba uno de los seis puntos restantes o, en su defecto, un pinchazo del Corbera, segundo clasificado, para hacerse matemáticamente con el título. Los pupilos de José Luis Pérez Escrich, tras ver cómo el triunfo de la semana anterior ante el Inca (5-4) no bastó para conseguir el título al necesitar entonces un tropiezo del Corbera, no desaprovecharon su segundo match ball y ya son equipo de Plata.
El primer tiempo fue una auténtica locura, un festival de goles de esos que no suelen gustar a los técnicos porque las defensas dejan mucho que desear. Para sorpresa de todos, los locales se adelantaron en el marcador en tan solo 52 segundos al aprovechar Joan una buena asistencia de Carrión. Ernesto decidió entonces tirar del carro y probó fortuna con dos disparos exteriores que se marcharon fuera.
Escrich, que presenció el partido en la grada al tener que cumplir su tercer y último partido de sanción, decidió dar entrada entonces a Coria, Roberto Herrero y Sebas, que dieron otro aire al juego de los visitantes y propiciaron la remontada. Coria superó a Carbonell en una jugada de estrategia al borde del área, en el minuto seis, y Miguelito, con un disparo colocado a la escuadra, marcó el segundo antes del ecuador.
El Manacor B no bajó los brazos y, en una acción calcada al tanto de Coria, empató en el minuto diez. El Gasifred tuvo que enfundarse nuevamente el mono de trabajo y Ernesto fabricó un golazo de tiralíneas con Clayton para hacer el 2-3. Al igual que antes, la alegría duró sólo unos segundos, los que necesitó Kike para igualar la contienda.
Aparece Sebas
Entonces, apareció el mejor Sebas de la temporada para dar oxígeno a los ibicencos con dos dianas consecutivas. Primero, aprovechó una asistencia de Ernesto y, después, enganchó un balón a bote pronto para dar cierta tranquilidad al Gasifred, que, con todo, se marchó con sólo un gol de ventaja al descanso al aprovechar Júnior una jugada de estrategia tras una inexistente mano sancionada a Carlos Gómez.
En la segunda mitad, el decorado cambió por completo. Escrich supo tapar las fisuras defensivas para dar más consistencia a los suyos en la retaguardia. El equipo visitante decidió salir arriba, dispuesto a meter el miedo en el cuerpo de un Manacor B atenazado por la superioridad rival. Roberto Herrero dio el primer aviso en el 24' tras un buen pase de Sebas, pero, un minuto después, Dani Galiana metió la cabeza tras un servicio de Clayton, anticipándose a la salida del portero y poniendo así tierra de por medio.
El Gasifred tenía el ascenso en la mano y no quería dejarlo escapar, por lo que, lejos de rezagarse, buscó la sentencia. Miguelito, tras un pase de Clayton, cruzó el balón de manera magistral, como sólo los grandes jugadores saben hacer. Era su segundo tanto particular? y eso que jugaba tocado y habiendo entrenado un solo día. Sensacional.
El Manacor B decidió jugársela con el portero-jugador a falta de siete minutos para el final, pero la jugada no le salió. Kike recortó diferencias, pero sin jugar de cinco. No fue más que un espejismo. A falta de un minuto y medio para la conclusión, Roberto Herrero aprovechó un robo de balón para marcar desde su propia pista a puerta vacía. Fue el punto y final a un partido en el que ya sólo había cabida para los festejos de algo más que un equipo: una familia. Incluso el público asistente felicitó con sus aplausos a un Gasifred que cerró el pabellón al grito de "campeones, campeones, oe, oe, oe".
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