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José Miguel González, Míchel, nuevo entrenador del Getafe, aseguró ayer durante su presentación que dirigir a un equipo al borde del descenso durante cinco jornadas es un reto y no un riesgo, ya que éste es «ver los partidos desde la barrera».

«Tengo mucha vocación por el fútbol. Esto es una posibilidad. Nos planteábamos el futuro de cara al año que viene y este es un buen club. Es muy cercano, es una posibilidad buena y me fijo en la fe y en la seguridad que tengo de que los jugadores puedan sacar esto adelante», aseguró.

El ex jugador del Real Madrid destacó que una de las claves para sacar al Getafe de las posiciones peligrosas será «levantar el ánimo del equipo y quitar ansiedades», y resaltó que ese trabajo no lo podrá hacer él sólo, sino que necesitará la ayuda de toda la plantilla.