La Federación Española de Atletismo se ha volcado de pleno con la candidatura de Santa Eulària para albergar la Copa de Europa de marcha de 2011. El secretario general de la RFEA y vicepresidente de la europea (IAAF), José Luis de Carlos, junto al director técnico de la española, Luis Saladie, se encuentran en la Villa del Río para arropar la propuesta ibicenca. En la tarde de ayer mantuvieron una reunión con los responsables técnicos de la prueba, con Mariano Riera a la cabeza, para detallar la documentación que deben enviar el próximo 30 de abril a Lausanne (Francia) para formalizar la candidatura.

El otro posible candidato es Portugal, que pretende llevar la prueba al Algarve para, según José Luis de Carlos, «hacer promoción turística». «Tendremos que pelearnos con ellos, entre comillas. Haremos valer el cariño hacia la marcha que tiene Santa Eulària. Aquí se cuida esta competición. Queremos hacerles llegar a los comisarios europeos que ellos lo hacen por promoción turística», subrayó.

La siguiente fecha en importancia será los días 1, 2 y 3 de mayo, cuando los comisarios se reunan en Franckfurt para estudiar sendas candidaturas. Finalmente, el Consejo europeo de atletismo anunciará la sede definitiva los días 8 y 9 de noviembre en Barcelona a través de una votación entre los 17 comisarios con resolución a través de mayoría simple. «Hay 17 personas que votan y cada una piensa diferente. Tenemos que convencer a 15 porque yo soy uno de los comisarios y estoy convencido de Santa Eulària, y otro será el portugués, que también estará seguro de su voto», advirtió entre risas el secretario general de la Federación Española.

Los representantes políticos de Santa Eulària y Eivissa, Toni Marí y Mario Avellaneda, respectivamente, se mostraron «muy ilusionados» con la candidatura y destacaron los puntos fuertes de Santa Eulària para ser sede del Europeo: «Tenemos infraestructuras como el Palacio de Congresos, pruebas de marcha consolidadas y una buena comunicación aérea y de distancias cortas», apuntó Marí, mientras que Avellaneda destacó «el circuito de dos kilómetros, como si fuera un Europeo en pista, pero en una localidad».