El trío arbitral del encuentro disputado por la SE Eivissa y el Sant Andreu el pasado domingo abandona el terreno de juego.

Las fuertes declaraciones realizadas el pasado domingo por Pedro Ortega, presidente de la SE Eivissa, no han tenido continuidad en el seno de la Federación Balear de Fútbol. El máximo dirigente de los rojillos explotó tras el empate contra el Sant Andreu y acusó al estamento arbitral de llevar a cabo una persecución no sólo contra los de Can Misses, sino frente a los equipos baleares: «Es una pelea continua (con los árbitros). No vamos a ganar ni un partido, nos lo van a impedir siempre. Hacen lo que les da la gana y somos los apestados del fútbol español».

También apuntó a la Real Federación Española de Fútbol: «No quieren que sigan en Segunda B ni el Eivissa, ni la Peña ni el Balears. Van a por nosotros».

Sin embargo, Manuel Bosch, secretario de la Federación Balear de Fútbol, piensa que no existe ninguna conspiración y que el hecho de que los equipos baleares estén abajo es pura casualidad: «Me cuesta mucho creer que deliberadamente se produzca un mal arbitraje. Ya no lo digo desde mi cargo en la federación, sino como persona. No pienso que exista eso. También se comenta algo parecido del Mallorca, pero si no tiras a puerta no metes goles. No creo en la premeditación. No hay persecución y en Segunda B, menos».

El directivo de la Federación Balear de Fútbol piensa que las causas de los males de los equipos punteros autonómicos pueden ser diversas: «Será que no tenemos los efectivos de los demás, que acusamos la categoría o cosas así. Al fin y al cabo, tanto el Eivissa como los demás equipos baleares han cambiado de jugadores y entrenadores, y eso requiere una adaptación. El Balears ha fichado nueve o diez jugadores y empezar a ganar es complicado. Son cúmulos de circunstancias, pero de ninguna manera creo que haya una persecución. Me niego a pensar eso, porque sería para dejarlo todo e irte a casa».