Marci Rojo y Pedro Ortega, vicepresidente y presidente de la SE Eivissa, respectivamente, en el palco de Can Misses el pasado domingo.

Pedro Ortega, presidente de la SE Eivissa, confesó en los micrófonos de la cadena SER -declinó hablar con el resto de medios que se le acercaron al término del partido contra el Sabadell- que «habrá cambios en los despachos», con posibles despidos en la junta directiva.

El máximo mandatario del club rojillo se contradijo a sí mismo cuando se le preguntó si había pensado tirar la toalla. «Si hubiera pensado eso la habría tirado antes», confesó antes de indicar que «el presidente tiene un límite». Lo curioso es que en una pregunta anterior había señalado lo siguiente: «Hay que cambiar en los despachos. Se van a tomar medidas que van a implicar ahorro y que tienen que cambiar la actitud y la organización de su trabajo -en referencia a la directiva-. Si no quieren asimilarlo, cada uno tiene que decir 'me voy'. Si me tengo que ir yo, me voy, pero no puedo permitir que se siga trabajando como se está trabajando». El madrileño aseguró que «hay que tomar medidas drásticas en la directiva». «La parte técnica y administrativa la tenemos que cambiar», agregó.

Sobre la economía del club, apuntó que hay un «desfase» de un millón de euros y que al club «le deben 200.000 euros del año anterior, más lo que tenemos que cobrar todavía. Sin eso no se puede pagar a los jugadores, pero nos van a pagar. Ya me encargaré yo del tema», que pretende solucionar «antes del día 20».

El máximo mandatario rojillo también comentó que la conversión en sociedad anónima deportiva «es la única vía de solución del club para salvarse» e hizo hincapié en que «hay que mejorar mucho en la dirección estructural del equipo. No se ha ido trabajando como se debía trabajar». Para continuar el año que viene espera «más ánimo en todo lo que se hace». Y es que le han fallado «las personas de aquí (directiva)». «Me siento solo, totalmente», finalizó.