Cae con honor

Tomás Sánchez Venzalá

Hay equipos cuyo nivel no está acorde con su categoría. Tal es el caso del Gasifred Ciutat d'Eivissa. El equipo de Carlos Sánchez perdió ayer la final del Trofeo Illes Balears ante el Manacor, de División de Honor, pero plantó cara de sobra e incluso hizo méritos para más a pesar de lo abultada derrota sufrida. El cuadro pitiuso tuteó en todo momento a uno de los conjuntos de la mejor liga del mundo, como reza el eslogan de la LNFS, y sólo la falta de acierto en los metros finales le privó de conquistar un título que sí se llevó virtualmente.

Los azulinos no se pusieron la piel de cordero en ningún momento y Carlos Sánchez apostó por un juego valiente. Al comienzo, los locales presionaron con fuerza, tratando de hacerse rápidamente con un balón que saben tratar a la perfección. Eso sí, la primera ocasión del encuentro la tuvo Miguelín en sus zapatillas después de cortar un mal pase de Lucas, pero su disparo se estrelló en un bien posicionado Julio. La réplica la dio Roberto Herrero en una penetración por la banda derecha; su disparo cruzado, similar al que se convirtió en el 1-0 en el choque contra el Montada, lo repelió Toñete.

El Gasifred veía que el Manacor no era ningún monstruo y le perdió desde el primer momento el respeto. Luchas incluso se permitió el lujo de buscar una vaselina ante Toñete. La fortuna se alió entonces con lo visitantes, pues el balón no entró por muy poco. El Fisiomedia empezó a ver las orejas al lobo y Pato dio entrada a Gréllo para dar más mordiente al ataque manacorí. El problema es que de poco sirve poner más calidad en el campo cuando a uno lo que le toca es defender. De hecho, Ernesto metió el miedo en el cuerpo de los visitantes cuando recibió un pase de Clayton, pisó la bola para dejar tirado a Tirado -valga la redundancia- y lanzó un zambombazo al borde del área que se estrelló en la cara de Toñete.

El 'Gasi' golpea primero

El cuadro de Carlos Sánchez no iba en broma. Es más, la ocasión marrada por el leonés fue el preámbulo del 1-0 en el minuto 10; Carlos Gómez dejó sentado a su oponente al amagar un disparo y servir el balón en bandeja a Ernesto, que esta vez sí acertó a colar el esférico entre los tres palos. No hacía falta frotarse los ojos para creérselo. El Gasifred mandaba y ésa era la realidad. El problema es que los que sí decidieron frotarse los ojos se perdieron el empate del Fisiomedia, que sólo necesitó medio minuto para igualar la contienda tras un balón al pívot del que Tirado sacó petróleo.

El choque entró en una dinámica en la que cualquiera podía marcar. Entretanto, el joven Fran Heredia se encargó de dejar su sello cuando Carlos Sánchez le dio la alternativa. El juvenil provocó la quinta falta del Manacor al cuarto de hora de juego tras bailar con el balón en los pies a su marcador, exhibiendo una técnica exquisita. Los locales gozaron de un tiro de castigo para ponerse por delante en el electrónico, pero Roberto Herrero envió la pelota al exterior del palo.

La tensión se apoderó de Pato, el míster visitante, que empezó a recriminar airadamente la actuación arbitral e incluso se encaró con uno de los colegiados, el cual no se atrevió a amonestarle a pesar de sus aspavientos. Pato se tranquilizó en el 18', cuando Gréllo, libre de marca en el segundo palo, transformó en gol una buena asistencia de Óscar Redondo, llevando a los suyos a los vestuarios con ventaja.

Superioridad no plasmada

Eras el descanso, el Gasifred salió decidido en busca del empate. Roberto Herrero y Carlos Gómez rozaron la igualada. Sin embargo, fue Gréllo, tras una jugada de córner, el que acabó viendo puerta. La suerte esquivaba a los locales. Y más que lo hizo en el minuto 27; Tirado vio la segunda tarjeta amarilla y el equipo ibicenco no sólo no aprovechó la superioridad numérica para ponerse a tiro de un gol, sino que encajó un tanto de Glauber. Increíble, pero cierto.

Ahí dilapidó el cuadro de Carlos Sánchez sus opciones de victoria, que encajó el quinto gol tras la expulsión de Sebas. Con todo, si bien es cierto que no arrojó la toalla y luchó hasta el último suspiro. Su entrega se vio recompensada con un tanto de Raúl Rodríguez, del filial. El Gasifred murió con las botas puestas -jugó los dos últimos minutos con portero-jugador y Miguelito lanzó una vez al palo- y, sobre todo, con honor, categoría de un Manacor que hizo buenos los pronósticos y se proclamó campeón balear.

El técnico Carlos Sánchez se mostró orgulloso del trabajo de su Gasifred: «El equipo ha dado la cara. La verdad es que se lo hemos puesto difícil al Manacor en la primera parte, en la que dispusimos de más ocasiones, fallamos un doble penalti, un mano a mano de Ernesto...». El entrenador azulino dijo sobre el rival que «hay que entender que lleva un montón de tiempo sin competir, pero su calidad ha quedado demostrada en alguno de los goles como el segundo o el tercero, que es para aplaudirlo». El madrileño destacó a un jugador del Manacor por encima de todos: «Gréllo es el que marca realmente las diferencias». Sobre la participación de Fran comentó que «me gustó más en la primera parte que en la segunda». Ahora, Carlos Sánchez tiene las miras puestas en el próximo compromiso liguero, para el que podría estar Nino: «Espero que se recupere, pero va justo. De lo contrario, llamaremos a Raúl».

José Lucas Mena Pato, entrenador del Fisiomedia Manacor, alabó al Gasifred Ciutat d'Eivissa al término del encuentro de ayer. El técnico dijo que «ellos jugaron con mucha agresividad y no nos han dejado maniobrar bien con el balón. Se pusieron por delante en el marcador justamente». El preparador de los manacoríes afirmó que los suyos mejoraron tras el tercer tanto: «Con el 1-3 fuimos superiores, sobre todo cuando nos hemos quedado con tres jugadores de campo y les hemos metido otro gol. Ahí se vinieron abajo». De todas formas, la actitud del Gasifred le ha dejado tan buenas sensaciones que indicó que «si trabaja como ante nosotros, este equipo será de Plata el año que viene». Tras la conquista del Trofeo Illes Balears, Pato vuelve a poner la atención en la División de Honor. El míster está convencido de que «la salvación es posible. Trabajamos para ello aun con todas las dificultades que tenemos».