Efe|VALENCIA
Una cifra récord de 159 países abrirán este fin de semana en Valencia el año olímpico en la más grande manifestación atlética bajo techo jamás congregada en 23 años de historia de los campeonatos del mundo.

De viernes a domingo, en un remozado palacio-velódromo Luis Puig con todas las entradas vendidas, medio millar de atletas ofrecerán en la pista de 200 metros la medida de sus posibilidades al aire libre, cinco meses después en los Juegos Olímpicos de Pekín.

La pista valenciana está construida exactamente con los mismos materiales que la de Pekín y servirá a los atletas para comprobar sus sensaciones en superficie idéntica a aquella en que habrán de rendir cuentas en la principal competición del año.

Entre los inscritos sobresale la mozambiqueña María Mutola, que en el año de su despedida participa, a sus 35 años, por novena vez en los Mundiales bajo techo con un increíble récord de eficacia a sus espaldas: siete medallas de oro y una de plata en ocho comparecencias. La leyenda viva del atletismo de Mozambique tendrá que hacer frente al asalto de jóvenes pretendientes al trono de 800 metros, entre las que puede estar una española, Mayte Martínez (bronce en los Mundiales al aire libre), si logra recuperarse de sus molestias.

Pero si una prueba promete espectacularidad, ésta es la de los 60 metros vallas. España, que ha perdido a Felipe Vivancos, confía en Jackson Quiñónez para la lucha por las medallas. Liu Xiang, plusmarquista mundial y campeón olímpico de 110 metros vallas, disputará el título a la figura emergente de la especialidad, el cubano Dayron Robles, que se ha erigido en embajador de los campeonatos en las últimas semanas con una mejor marca de 7'33, a sólo tres centésimas del record mundial de Colin Jackson, que ya dura 14 años.

La lista de figuras incluye otros nombres, como el de la rusa Yelena Isinbáyeva, en posesión de 21 récords mundiales de pértiga, que aspira a redondear sus ganancias con el premio de 50.000 dólares reservado a quienes consigan un récord mundial en Valencia. Para estimular la participación de los mejores, la IAAF destinó 2'5 millones de dólares a premios en metálico. La medalla de oro se pagará a 40.000 dólares; la de plata a 20.000 y la de bronce a 10.000.