Con la cabeza muy alta

Incidencias: Partido correspondiente a la decimonovena jornada del grupo norte de División de Plata, disputado en el pabellón Blancadona ante unos 200 espectadores.

Goles:
1-0, minuto 2, Carlos Gómez.
1-1, minuto 10, Héctor Albadalejo.
1-2, minuto 12, Héctor Albadalejo.
1-3, minuto 18, Marques.
Tomás Sánchez Venzalá Ni siquiera Tom Cruise habría sido capaz de solventar una misión así. El EBE Gasifred Ciudad de Eivissa no pudo contener la mayor calidad del Marfil Santa Coloma en la tarde de ayer. Eso sí, dejó una gratísima imagen, gracias al impagable sacrificio de todos sus hombres, y vendió cara su derrota, pues se adelantó en el marcador a los dos minutos de juego y se marchó al descanso con 1-3 en el electrónico.

La consigna de los pitiusos, que sólo tenían disponibles seis jugadores de pista, amén de los porteros, estaba clara: encerrarse y salir al contraataque. Ante un grande como los marfileños, segundos en la tabla, cualquier otra táctica habría sido un suicidio.

Los visitantes sabían que el balón iba a estar en su poder y les iba a tocar llevar el peso del partido, por lo que Padú sorprendió realizando cambios a la rusa, es decir, de cuatro en cuatro. Apostó por dos bloques "Rubén, Marques, Guille y Lorenzo, por un lado, y Héctor Albdalejo, Ignasi, Julio y Albert, por otro" que tenían a Igor, el cancerbero, como factor común con el fin de que se exprimieran al máximo en tramos de cuatro o cinco minutos.

En la primera acción del encuentro, un pase en largo de Iván, el mejor de los pitiusos, hacia Vituco acabó con un pase de gol de éste hacia Carlos Gomes, que remató a placer. Increíble, pero cierto. El conjunto de Jandro, sancionado, mandaba en el luminoso. Tuvo incluso alguna oportunidad "una diagonal de Óscar Francos y una paralela de Claudinho" para poner más tierra de por medio, pero toda la alegría se esfumó a partir del ecuador de este acto. Héctor Albadalejo, con un doblete, y Marques, tras recibir un pase desde la banda contraria, llevaron a los catalanes con ventaja al descanso.

Tras el asueto, Iván se confirmó como la estrella del choque, con paradas que llevaron a más de uno a echarse las manos a la cabeza. Las oportunidades de los ibicencos brillaron por su ausencia "apenas un disparo de Sebas, en un córner, y otro de Carlos, tras un pase de la muerte" en un segundo acto sin historia.

El Marfil tuvo el balón y las ocasiones ante un Gasifred que se convirtió en un muro con Iván como piedra angular. Eso fue lo que permitió a los pitiusos llegar con opciones al tramo final, de ahí que apostaran por sacar a Claudinho como portero-jugador a falta de 1.43. Así llegaron dos claras ocasiones "tantas como en toda la segunda parte", una de Francos y otra de Miguelito, que metieron el cuerpo en el Marfil. Lástima no haber podido jugar de cinco un poco antes "el rival no lo permitió con su toque".