Fue una noche mágica, de esas que tardan en olvidarse. Y es que muy pocas veces se golea a un equipo de Primera División como pasó ayer con el Eivissa ante el Mallorca (4-1) en la final del trofeo Illes Balears. Es cierto que es un torneo menor y que el equipo que dirige Gregorio Manzano se lo tomó casi a broma, pero eso no disculpa el ridículo de uno y la gran imagen del otro.

La diferencia de categoría que se presupone entre ambos equipos no se tradujo sobre el terreno de juego. El Mallorca tiene mejores jugadores, eso está claro, pero las ganas y el empuje fueron todas para los locales. El Eivissa, a pesar de tener un importante choque liguero este domingo ante el líder Alicante, no reservó fuerzas. Elcacho dejó las probaturas del día anterior ante el Poblense y alineó de inicio a casi todos sus titulares. Gregorio Manzano, mientras tanto, volvió a jugar con el equipo B, el de los menos habituales, y eso lo acabó pagando caro. La fiesta ibicenca empezó a fraguarse en el minuto 34, en una falta botada en corto por Xavi Gràcia sobre Joan Castillo, que se sacó un potentísimo chut ante el que nada pudo hacer Germán Luz. El partido ya era del Eivissa. En ese primer tiempo pudo ampliar el marcador, pero el cabezazo de Manel en el minuto 41tras un preciso centro de Dopico por la derecha salió desviado por centímetros.

En el segundo tiempo se esperaba la reacción del Mallorca al igual que pasó el pasado domingo ante el Getafe, pero ésta nunca llegó. Todo lo contrario. Sólo había pasado un minuto y medio de la reanudación y Manel marcaba a placer tras una gran jugada individual de Dopico, que le robó la cartera a la defensa visitante. La grada de Can Misses todavía no se lo creía demasiado cuando llegó la puntilla sólo cinco minutos después con los mismos protagonistas del segundo gol, pero con los papeles cambiados. Manel, tras una larga galopada, asistió a Dopico para que el centrocampista malagueño batiese a Lux en su salida. Pero la fiesta todavía no había acabado. Ante un Mallorca que parecía no comprender lo que estaba pasando, el Eivissa puso el cuarto en su cuenta en el minuto 65 con un soberbio cabezazo de Matías Alonso tras un también soberbio centro de Dopico. La goleada estaba servida, aunque el conjunto mallorquín pudo al menos lograr el gol de la honrilla por mediación de Nsue en el minuto 80. El pez chico se había comido esta vez al gordo..