La Pujada a sa Cala de Sant Vicent regresa el próximo 13 y 14 de octubre con más alicientes de los habituales. La prueba, la última del calendario nacional, decidirá el nombre del Campeón de España de montaña, título por el que pugnan Luis Flores y José Antonio López-Fombona. Además, el piloto ibicenco José Joaquín Fernández intentará aprovechar el jugar en casa para superar a su gran rival esta temporada, Francisco Javier Agüí, aunque los dos primeros puestos del grupo N ya están decididos y J.J. Fernández se tiene que conformar con el subcampeonato. Si a todo esto se suman los problemas financieros que ha tenido el Automóvil Club de Ibiza para organizar esta vigesimotercera edición de la Pujada, hay ingredientes de sobra para que la expectación este año sea máxima.

«Estamos bastante satisfechos de que todo haya salido bien y que la Pujada a sa Cala haya salido adelante, pero está claro que sin el apoyo institucional y la ayuda del Consell hubiese sido imposible organizar una prueba de esta magnitud», reconoce Manuel Ruiz de Adana, presidente del Automóvil Club de Ibiza. «Es una competición emblemática dentro del calendario deportivo de las Pitiüses y hay un gran interés del Consell porque esta prueba pueda continuar durante muchos años más», responde, por su parte, Mario Avellaneda, conseller de Deportes.

La seguridad se ha incrementado considerablemente con respecto a otros años, lo que ha supuesto un mayor desembolso económico de la organización y que muchos pilotos regionales no puedan competir en esta edición. «Este año las medidas de seguridad han subido mucho el listón, como el módulo de seguridad Hans para la protección cervical del piloto, refuerzos en el casco, en los asientos, anclajes de cinturones, ropa ignífuga, 18 puestos de control durante los 4 kilómetros de recorrido, etc. También ha cambiado el sistema de cronometraje, lo que ha encarecido aún más la prueba», afirma Adana.

Gran parte de este desembolso repercute en los pilotos, por lo que muchos no podrán asistir a la Pujada. «Sobre todo ocurrirá con los mallorquines que sólo compiten en el Balear. Será difícil llegar a los 70 participantes de la pasada edición, aunque sí estarán los mejores. Entre ellos Flores y López-Fombona. La diferencia entre ambos es de sólo siete puntos y en esta prueba puede pasar cualquier cosa. Además habrá al menos 13 ó 14 pilotos de la isla», añade Adana.