Mientras, el suizo Roger Federer, comenzará la carrera por la conquista de su cuarto Abierto estadounidense consecutivo frente a un rival por designar, un tenista procedente de la fase de clasificación. Sin embargo, en su camino podría coincidir con el estadounidense Andy Roddick, finalista el pasado año y vencedor en el 2003. Con Nadal sólo se encontraría en la final, aunque en el trayecto del balear puede cruzarse el serbio Novak Djokovic, tercero del mundo.
El sorteo ha sido adverso para los tenistas españoles; trece en el cuadro masculino y tres en el femenino a la espera de que la representación se amplíe desde la fase de clasificación.
No es el caso del adversario de Rafael Nadal. Un tenista de 27 años natural de Camberra, instalado en el puesto 123 del ránking mundial, su mejor registro. Un habitual en los torneos challenger y futures, de menor categoría, que encontrará un impulso popular con este duelo, que no debe suponer un contratiempo para el mallorquín.
Con Tommy Robredo, octavo favorito y Carlos Moyá, decimoséptimo, a la espera de lo que depare la ronda previa para conocer rival, el panorama más oscuro es para Iván Navarro Pastor, que jugará contra el argentino David Nalbandián, vigésimo cuarto, y Fernando Verdasco, ante el jugador francés Paul Henri Mathieu.
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