Además, la celebración de los jugadores visitantes sobre el césped tras el pitido final fue vista por casi cuatro millones de espectadores (3.779.000 y un 33'1 por ciento). La retransmisión se convierte en el programa más visto del verano, por delante de los Grandes Premios de Fórmula 1 de Gran Bretaña (4.931.000), Francia (4.735.000), Europa (4.725.000) o Hungría (4.659.000).
Presión para Schuster
Cuando Bernd Schuster se hizo cargo del banco del Real Madrid, después de que Fabio Capello fuera despedido al final de la temporada pasada, prometió un regreso al fútbol espectacular que atrajese a los espectadores al Santiago Bernabéu.
Pero es poco probable que el técnico alemán se refiriera al tipo de entretenimiento que tuvo lugar el domingo, cuando el Madrid cayó por 5-3 ante el Sevilla en el partido de vuelta de la Supercopa española. Los blancos ya habían perdido 1-0 la semana pasada en Sevilla. Schuster habló sobre una posible remontada, pero fue el Sevilla el que robó el protagonismo con un notable despliegue de fútbol quirúrgico y ofensivo.
Hacía cinco años que un equipo no marcaba cinco goles en el Bernabéu, desde que el Mallorca lo lograra en la temporada 2002-03. Esta vez fue gracias a una tripleta del goleador maliense Frederic Kanouté y a un doblete del centrocampista brasileño Renato.
Aunque el Madrid consiguió marcar tres tantos, nunca tuvo verdaderas posibilidades ante los andaluces, que sumaron su quinto título en sólo 15 meses. Schuster dijo no estar preocupado por la derrota, pero sus bruscas respuestas en la rueda de prensa tras el partido dieron una impresión diferente. «No entiendo por qué los periodistas se meten con nuestro trabajo», declaró el alemán, consultado sobre los motivos de la ausencia de Guti en la formación inicial. «Yo no me meto con el vuestro porque no he estudiado eso. No pueden juzgar nada porque el que trabaja a diario con los jugadores soy yo», remarcó. Al preguntársele si estaba intranquilo por los errores defensivos que había cometido su equipo, respondió criticando al árbitro y dijo que está más preocupado por la falta de potencia goleadora. «Es demasiado fácil echar la culpa a la defensa cuando nos meten cinco goles. Han habido errores generales previos y el árbitro también ha metido la pata», dijo. «Pero a mí lo que más me preocupa no son los despistes defensivos, sino la parte delantera. No creamos ocasiones. Ese es el problema», agregó.
Schuster tiene menos de una semana para rectificar los problemas del equipo antes de jugar el derbi del sábado contra el Atlético de Madrid en el primer partido de la temporada. Si no consigue ganar, el alemán se enfrentará a preguntas aún más difíciles de responder. Además, tiene tres defensas tocados, Sergio Ramos, Pepe y Miguel Torres, que se han sumado en el parte médico al argentino Gonzalo Higuaín.
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