Una imagen del palco con el presidente Ortega y Xico Tarres sobre el escudo del club.

M. Torres El club bermellón. El representante de la ciudad de Eivissa, que esta temporada militará en la Segunda División B, lleva desde mediados de julio jugando al despiste con su nombre. En los últimos años el club se denominaba SD Eivissa, pero el ascenso ha creado necesidades y aspiraciones nuevas.

El pasado 6 de julio el club hacía público un cambio de denominación, con lo que la entidad y el equipo pasaban a llamarse Unión Deportiva Ibiza-Eivissa. De hecho, el conjunto fue inscrito con ese nombre UD Ibiza-Eivissa de forma oficial en la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), que así lo reflejó en los calendarios del grupo III de Segunda B.

Dos semanas después el mismo presidente de la entidad, Pedro Ortega, achacó ese nombre a un error de la Federación y aseguró que se cambiaría por Societat Esportiva Eivissa-Ibiza. Cabe destacar que las razones que dio el club para adoptar el nombre de UD Ibiza-Eivissa eran: «Hemos vuelto al pasado», en palabras de su gerente, Andoni Valencia, en recuerdo del UD Ibiza que adoptó el club en su reaparición en 1995 tras la debacle de la SD Ibiza.

Parece un cambio sutil si se quiere, aunque no lo es tanto si se observan otras circunstancias. Para empezar, y el mismo club lo ha reconocido, introduciendo la denominación castellana de la ciudad, se recupera en la memoria de los aficionados y los clubes de la península, las dos anteriores incursiones del club en la categoría. Conocido desde su fundación como SD Ibiza, el club no quiere o no puede volver a ese nombre, ya que el malogrado equipo de Roberto Puerto descendió de Segunda B a regional por impago a sus jugadores. La entonces plantilla, en la época Bragantini, denunció al club ante la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) y se encerraron en los vestuarios. Una práctica que se puso de moda en aquella temporada, la 92-93.

Por otra parte, el club no puede permitirse el lujo de renunciar a la denominación catalana del municipio, ya que así lo exigen las instituciones locales y autonómicas.

Algunas fuentes sitúan aquella deuda en los 35 millones de las antiguas pesetas. Por lo que es comprensible que el club no esté dispuesto a asumir dicho pago, con los correspondientes intereses 14 años después, sólo para recuperar un nombre.

No obstante, la posición de la entidad no es del todo clara, pues de forma 'distraída' siguen usando la añorada denominación. Así, en la página web oficial del club (www.sdeivissa.es) la cabecera cuenta con el escudo donde se puede leer Societat Esportiva Eivissa-Ibiza, pero justo al lado hay un claro SD Ibiza. Además, también se puede acceder a dicha web escribiendo www.sdibiza.es.

Además, la denominación oficial en las federaciones y el Govern sigue siendo la de UD Ibiza-Eivissa, como aclaró un comunicado de la delegación insular el 6 de agosto. Pero aún hay tiempo, ya que entre UD Ibiza-Eivissa y SD Ibiza hay una delgada línea.