Efe|BARCELONA/SEVILLA
El recuerdo de las Ligas ganadas en el último suspiro en Tenerife (en dos ocasiones) y en La Coruña, en otra, presidirá el encuentro que hoy el Barcelona tiene que afrontar en Tarragona, donde necesita mejorar el resultado que el Real Madrid haga ante el Mallorca para llevarse su decimonoveno título liguero. Todo ello con un tercer invitado, el Sevilla, que está a dos puntos de Madrid y Barcelona y que mantiene opciones cuando se apagan los ecos de la temporada liguera.

Al Barcelona no le queda otra que ganar su partido y esperar que el Mallorca le agüe la fiesta al Madrid. Los de Rijkaard han dominado el campeonato liguero prácticamente desde el principio, pero desde que cedió un empate ante el Betis en casa (1-1), a mediados de mayo, ha caminado por una senda dubitativa de la que no ha logrado salir.

Además, con todo a su favor, el Barcelona dejó escapar la victoria en casa en la última jornada, tras encajar en el último minuto un tanto de Raúl Tamudo, un triunfo que le hubiera dado la posibilidad de depender de sí mismo en el último partido.

Con vistas al encuentro, Rijkaard no podrá contar con Sylvinho, Gudjohnsen y Edmilson, todo ellos lesionados. Volverá al equipo Ronaldinho después de la sanción que le impidió jugar frente al Espanyol.

Por su parte, un Sevilla en cuadro, con una lista de sólo diecisiete hombres, apurará hoy sus pocas opciones de ganar el título de Liga frente a un Villarreal que busca acceder de forma directa a la Copa de la UEFA. El Villarreal afronta en Sevilla uno de los partidos más importantes de su historia en Primera, ya que en caso de ganar podría certificar una de sus mejores campañas en la categoría, además de acceder por primera vez de forma directa a la UEFA y no a través de la Intertoto.

Las plantilla del Sevilla, que todavía tiene otro trascendental compromiso como es la final de la Copa del Rey que se disputará el próximo sábado, perdió la pasada jornada una gran oportunidad de ganar enteros en la pelea por el título al empatar en Palma.