José Antonio celebra uino de los dos penaltis que detuvo en la eliminatoria frente al Sporting B.

Gustavo L. Sirvent
El 25 de febrero será recordado amargamente por el meta del Eivissa, Gaspar, que cayó lesionado en el encuentro frente al Margaritense. Una semana más tarde, el grupo ibicenco se enfrentó al Vilafranca (1-1) y allí José Antonio se hizo con la titularidad. Desde aquel partido hasta el penúltimo en casa ante el Alcúdia ha sido insustituible. Sólo en el choque ante el Andratx que cerró la liga regular, ya sin nada en juego, cedió su sitio a Gaspar. Ahora afronta con optimismo y confianza la eliminatoria que arranca el próximo domingo en tierras turolenses.

-Quién le iba a decir que iba a ser el héroe de la fase de ascenso después de una temporada en la que empezó a jugar en febrero...

-Soy uno más del equipo que ayudó a que pudiéramos conseguir el pase a la siguiente eliminatoria, pero no me considero un héroe...

-¿Creía que nunca llegaría su oportunidad?
-En el fútbol nunca se sabe lo que puede pasar mañana. Seguía entrenando bien y por una inoportuna lesión de un compañero, que siempre sabe mal, llegó la oportunidad y no hay que dejar pasarla.

-¿Cómo vive un portero esa espera hasta que le toca jugar asiduamente?

-Es complicado, porque sólo juega uno y tienes uno o dos compañeros que te hacen la competencia. La espera se hace dura, pero eres consciente de que debes estar bien en cada entrenamiento.

-Ha jugado ocho partidos en liga regular, ha encajado once goles, más dos en 'play off', con tres encajados más. ¿Qué balance hace de su temporada en la portería del Eivissa?

-Mi temporada está siendo, de momento, buena, porque nunca es fácil jugar en un equipo como el Eivissa en el que te crean pocas ocasiones de marcar.