Isidoro Santos |VADUZ
Hoy, contra Liechtenstein, un rival pequeño, la selección española juega otro partido grande , trascendente, de ésos a los que quedó condenada tras su desastroso arranque en la fase de clasificación de la Eurocopa de Austria y Suiza 2008.

Superados ya con éxito, al menos por los resultados, los obstáculos de Dinamarca, Islandia y Letonia, el equipo de Luis Aragonés necesita otra victoria para seguir avanzando hacia lafase final del Europeo.

El margen de error para España quedó prácticamente agotado cuando perdió en Irlanda del Norte y Suecia. Ahora, cada partido que afronta se ha convertido en una final. Los tres puntos en juego son un objetivo que la selección española está obligada a conseguir si no quiere volver a convivir con la palabra crisis.

Aragonés medita cambios en la alineación para el duelo contra Liechtenstein. Uno obligado, por la baja de Xavi Hernández por acumulación de tarjetas, y otros para intentar que el rendimiento del equipo sea más acorde con su potencial. Cesc Fábregas, centrocampista del Arsenal, se perfila como el sustituto de Xavi y también podrían entrar en el once inicial los valencianistas Joaquín y David Silva, y el delantero de Osasuna Roberto Soldado, que debutó con la selección en Riga.