Carlos Vidal
El Valencia, por partida doble, el FC Barcelona y el Girona se proclamaron ayer campeones de la séptima edición de la Ibiza Cup de fútbol tras la disputa ayer en el estadio de Can Misses, ante unos 2.500 espectadores, de las cuatro finales en las categorías alevín, infantil, cadete y juvenil.

La primera final (16,00 horas) fue la alevín. El Valencia, que en semifinales se había impuesto en la tanda de penaltis (6-5) al Poli Berja, tras concluir el tiempo reglamentario con empate (1-1), goleó al Villarreal por 1-4. El conjunto castellonense había dado la sorpresa en semifinales eliminando al Real Madrid tras empatar 2-2 y vencer a los penaltis (4-2), pero no pudo repetir éxito en la final y perdió claramente ante el equipo ché.

Tras los alevines fue el turno de la final juvenil. En principio tocaba a los cadetes, pero problemas en el vuelo del conjunto brasileño del ABC Futebol Clube obligó a cambiar el programa y colocar a los juveniles a las 17,00 horas. El equipo carioca había superado en la semifinal al Getafe por 1-2 y se medía ahora al Valencia que accedía a la final tras empatar sin goles ante el Espanyol y vencer en la tanda de penaltis (5-4). El partido fue muy igualado, aunque un gol del valencianista Carmona en el minuto 38 dio la victoria a su equipo. «Ha sido un partido muy competido. El conjunto brasileño tenía gente mayor, de unos 19 años por los 16 de mi equipo, y se ha notado esa diferencia de edad en el aspecto físico, aunque no en el técnico, en el que quizá esperaba más del rival. Estamos muy satisfechos de haber ganado este torneo y, en líneas generales, todo ha sido muy positivo. A la Ibiza Cup le pondría un notable de nota», afirmó Óscar Medina, entrenador del juvenil B del Valencia.