Foto de familia de los ex presidentes de la SD Eivissa que fueron homenajeados ayer en Can Misses.

Gustavo L. Sirvent
Pocas veces, un resultado de fútbol acaba como uno de tenis. Ayer fue el caso. El Eivissa endosó un set en blanco al Constància, que fue un juguete en manos del conjunto local.

Como si de una competición se tratara, el bloque que dirige Luis Elcacho no quiere dejar pasar la ocasión de igualar, o en este caso superar, lo que hace su más directo perseguidor, el Mallorca B, que el sábado se impuso por 5-0 al Constància. De esta forma, palmesanos e ibicencos continúan firmes en la azotea de la clasificación. Ahora falta que los triunfos caseros se refrenden a domicilio, donde está la asignatura pendiente.

El partido no tuvo más historia que la que quiso el cuadro deportivista, que fue amo y señor del encuentro y manejó a su oponente como si de una marioneta se tratara. La superioridad técnica a nivel colectivo e individual fue la causante de tanta disparidad.

Las dos bandas del grupo pitiuso con José y Raúl Garrido por la derecha y Fofi e Isi por la izquierda, sobre todo, desbordaron cómo y cuando quisieron durante la primera media hora del partido. Aún así, el primero de la tarde llegó de una jugada personal que se fabricó Peña y que culminó de disparo cruzado desde el lateral del área.

Minutos antes del 2-0, una incursión por la derecha de Raúl Garrido sirvió para que éste asistiera a Manel, que remató fuera.

La velocidad en el juego que imprimía el Eivissa servía para desarbolar la línea de retaguardia del Constància, como quedó demostrado en el segundo tanto. Isi se marchó de su par y un pase medido desde la izquierda habilitó a Rial, que sólo tuvo que empujar el balón a las mallas.

El primer acercamiento del bloque de Juan Manuel Darder a portería se produjo en el minuto 41, cuando Xino probó suerte desde lejos y el debutante en Can Misses, José Antonio, atajó sin problemas.

El monólogo de la primera parte se cerró con el tercer tanto. Raúl Garrido probó fortuna desde la frontal del área grande, Bernat despejó a pie cambiado y Manel, en boca de gol, sólo tuvo que empujar el cuero a la red.

La segunda parte comenzó con un acercamientos del once mallorquín a la meta local. Lluis Simó se fue de su marca y su disparo lo detuvo José Antonio. A partir de ahí, el Eivissa se dedicó a contemporizar y a dejar pasar los minutos, aunque sin renunciar al ataque. Tuvo que se Suso, que también se estrenó esta campaña en el Municipal ibicenco, quien rematara un taconazo que le dejó Peña, pero que no acabó en gol por centímetros.

Rial, que junto a Isi fueron los más destacados ayer, sumó el cuarto para su equipo. Un balón dividido dentro del área que no encontró dueño lo cogió el centrocampista catalán, que no se lo pensó dos veces, y de un fuerte disparo batió al meta visitante.

La manita surgió de una falta de estrategia. Xavi Gràcia se la dejó franca a Fofi, que centró al punto de penalti para que Suso, solo, marcara a placer.

El set y partido llegó a dos para el final. Javi Fernández remató de cabeza un pase de Fofi desde la izquierda, cuando el balón había salido por línea de fondo, pero el árbitro dio el gol por bueno.