Carlos Vidal
La Peña ya cantaba victoria cuando, dos golazos de Toni Muñoz en los últimos cinco minutos de partido, dieron al traste con las ilusiones de los ibicencos, que con el 2-2 de ayer elevan a trece los empates cosechados esta temporada. Si bien es cierto que los locales habían hecho más méritos para ganar, el Mallorca B demostró en el Municipal de Santa Eulària que hasta el rabo todo es toro y que los despistes se pagan caros.

Si la primera parte el partido fue de claro color local, la balanza se fue inclinando hacia el bando visitante en el segundo tiempo. El primer aviso serio llegó en el minuto 50, en un centro por la banda derecha de Dani que Toni Muñoz, con toda la portería a su favor, cabeceó desviado por muy poco. La Peña, sin embargo, aguantaba el tirón y Navarro incluso hizo debutar a Samir, que saltó al terreno de juego en el minuto 71 en sustitución de Jorge. Pocos podían pensar que el Mallorca B iba a ser capaz de remontar. Pero, cuando peor estaban las cosas para el filial, apareció Toni Muñoz para marcar en el minuto 85, de cabeza a pase de Jandro, y en el 90, de disparo por la escuadra.

El encuentro empezó con una muy mala noticia para la Peña. Rubén Castro se lesionó de gravedad durante el calentamiento y podría tener afectado el ligamento cruzado de la rodilla, por lo que se prevé una larga recuperación. Navarro tuvo que cambiar sus planes sobre la marcha, dar entrada en el once inicial a Guarte e incluir en la convocatoria a Zubero que, en principio, estaba en la grada.

Pero esa circunstancia no hizo más que espolear al conjunto ibicencco, que salió decidido a resolver el partido por la vía rápida. Hace tiempo que no se veía a una Peña con tanta rabia y decisión y es que el equipo, desde la llegada de Navarro al banquillo, sale a morder. No importa que enfrente esté todo un equipazo como el Mallorca B.

Lo demuestra lo poco que tardó en encarrilar el partido. Apenas habían transcurrido nueve minutos de encuentro y ya mandaba en el marcador por 2-0, con dos tantos casi a placer de Tino y Jorge Oliver. Esos tantos dejaron noqueado al rival, que durante los primeros cuarenta y cinco minutos apenas sí existió. Es verdad que Emilio Nsue, la estrella mallorquinista, inquietó algo la portería defendida por Rivas, pero la defensa ibicenca volvió a ser la del año pasado, rocosa y prácticamente infranqueable.

Hasta tal punto que el propio Nsue se borró del partido en el minuto 42 y pidió el cambio, porque decía que le molestaba el tobillo, por una parte, pero también porque Maline y Vallori le estaban haciendo la vida imposible.

El marcador pudo ser incluso más amplio en este primer tiempo y, en los últimos minutos, Tino y Xicu, primero, y el propio Tino, poco después, no acertaron a batir la portería defendida por Andrés, algo que hubiese sentenciado de forma definitiva el encuentro.

José Antonio Navarro no pudo saldar su debut en casa al frente de la Peña Deportiva con una victoria ante el poderoso Mallorca B, aunque aseguró estar «satisfecho por el rendimiento de los jugadores, que lo han dado todo. Quizá nos han sobrado los últimos minutos, pero hay que tener en cuenta que nos enfrentábamos al que para mí es el mejor equipo de la categoría». Sobre la mejoría experimentada por el equipo ibicenco con respecto a anteriores encuentros en Santa Eulària, el técnico asegura que «el equipo es el mismo y los jugadores no han cambiado. Han demostrado su profesionalidad y me voy contento, anque me sabe mal el resultado porque hubiese sido una gran victoria para nosotros, que se la hubiéramos podido dedicar a Rubén Castro».