Manel controla un balón durante un lance del partido.

Gustavo L. Sirvent
La rentabilidad de los goles de Manel con la Sociedad Deportiva Eivissa es máxima. En ocho partidos y medio ha marcado siete goles y la mayoría de ellos han tenido repercusión directa en el resultado, tal y como sucedió ayer. En el epílogo del encuentro sacó a relucir los galones de ariete y de cabeza mató al Margaritense.

Aparte de tener a Manel, el conjunto local tuvo como aliado a Torres, que sustituyó al lesionado Gaspar. El portero ibicenco, tras un garrafal error del árbitro asistente, detuvo un disparo del visitante Sergi, que iba acompañado de otros dos compañeros. Los tres puntos se quedaron en casa.

Este triunfo provoca que que el grupo pitiuso continúe al frente de la clasificación empatado con el Mallorca B, que ayer venció 6-4 al Atlètic Balears. Además, aleja a cinco puntos tanto a los de Santa Margalida como a los de Vía de Cintura.

La propuesta del juego en la primera mitad la puso el Eivissa, mientras que en la segunda fue su oponente quien ofreció más argumentos ofensivos.

Cuando los aficionados tomaban asiento en sus localidades Manel advertía que sus intenciones hacia la meta rival eran aviesas. Hasta tres ocasiones probó suerte y en ninguna acertó a finalizar en gol. La más clara, en el minuto 8.

Las entradas por banda de Raúl Garrido y Fofi encontraron respuesta en la bien plantada zaga visitante, que resolvían sin problemas los ataques elaborados de su rival, si bien el cuadro mallorquín sólo se acercó dos veces a la portería de Gaspar y fue con una falta directa botada por Nando, que se marchó fuera; y un cabezazo de Santos, con idéntico resultado.