Un adiós entre líneas

El técnico sevillano, que no permitió a los medios de comunicación realizar pregunta alguna, leyó un comunicado en el que explicó los motivos de no seguir en el club de Santa Eulària, si bien fue la propia entidad quien le destituyó. «Los motivos de no seguir como técnico son para mí, ya recuerdos. Llegó un momento en que mis expectativas de crecer y ejercer como peñista no sintonizaban con las del club. Enumerar detalles no me lleva a nada», comentó.

El preparador andaluz agradeció el compromiso de sus jugadores, la responsabilidad de sus ayudantes, así como «el acatamiento de mis órdenes en todo momento», describió. Asimismo, dio la enhorabuena a los técnicos de la cantera «por ser parte importante de la reconstrucción de la base del club», detalló.

Para el ex entrenador del grupo de la Villa del Río, su etapa allí ha pasado «con más gloria que pena». Además, manifestó que «posiblemente no haya sido el mejor entrenador. Los jueces de esto son sóla y exclusivamente, los jugadores y mis ayudantes, pero estoy muy orgulloso de haber compartido con todos los peñistas la mejor temporada de la historia del club».

A renglón seguido, Marín detalló todos los éxitos que consiguió la entidad pitiusa con él en el banquillo, tales como el campeonato de Liga y Copa balear.

Por último, enumeró, uno por uno, su gratitud hacia las personas que han hecho que su estancia en la isla haya sido «grata y enriquecedora», subrayó. Entre todos esas personas destaca una ausencia más que notable: la del presidente Miguel Torres, al que obvió.

La dedicatoria fue para Miriam, Vicente Clapés, Juanito Dalias y familia, Navarro, todos los técnicos del club, Jordi Fernández, Leticia, Ramón y Manolo del Hotel Duquesa, Faustino, Los Abuelos, Murtera, Juanlu y Josean, Fernando del Ayuntamiento, Tolito, Parrita, El Labi y familia, Toni Torres y Adrián, Adela, Muriana y familia, sus padrinos (Pepe y Luisa), María y a los medios.