Efe|SOFIA
Exigido por primera vez en la temporada a ganar un partido sin margen de error, el Barcelona, actual campeón de la Liga de Campeones, se mide esta noche (20.45 horas) al Levski en Sofía con la necesidad de sumar los tres puntos para mantener sus opciones de clasificarse para los octavos de final. Un empate, combinado con una victoria del Werder Bremen frente al Chelsea, dejaría al equipo dirigido por Frank Rijkaard fuera del torneo. Frente a un rival muy inferior, el conjunto azulgrana deberá gestionar su propia ansiedad para no hacer historia: en caso de caer eliminado, sería el primer defensor del título que no supera la fase de grupos. Sobre el papel, sin embargo, el Barcelona parte con ventaja: su única victoria en la Champions llegó precisamente frente al Levski en el Camp Nou (5-0) y, pese a las bajas que afectan a la delantera azulgrana -Messi, Eto'o y Saviola siguen lesionados-, el equipo de Rijkaard saldrá al campo como favorito indiscutible.

El desarrollo de la liguilla ha convertido la penúltima jornada en decisiva para los azulgrana, después de sumar una victoria, dos empates y una derrota. Poco acostumbrado a jugarse sus opciones en la fase de grupos a una carta, el Barca está llamado a demostrar su potencial ante un rival que todavía no ha puntuado y que sólo suma un gol a favor. Tras formar una convocatoria idéntica a la de su último partido de Liga, Frank Rijkaard podría introducir pequeños cambios en su once inicial. Serán, en cualquier caso, retoques mínimos: cumpliendo las rotaciones en los laterales jugarán Sylvinho y Zambrotta en lugar de Gio y Oleguer, mientras que Xavi, Iniesta y Deco podrían ocupar la medular en busca de una mayor posesión de pelota.

En el frente de ataque apenas hay dudas, con Ronaldinho, Giuly como encargado de abrir el campo y buscar la espalda de la defensa rival y Gudjohnsen en el papel de hombre-gol, después de su buena actuación en Mallorca (1-4). A lo largo de la temporada, el islandés firma un promedio de un tanto cada 114 minutos. A tenor de sus cifras, el Levski pasa por ser el peor equipo de la Liga de Campeones: ha perdido los cuatro partidos que ha jugado y suma un pobre balance de un gol a favor y trece en contra. Junto al Girondins de Burdeos, es el conjunto que menos remata a puerta, aunque aún aspira remotamente a ocupar la tercera plaza para seguir compitiendo en la UEFA. En la liga búlgara, sin embargo, el conjunto dirigido por Stanimir Stoilov domina con autoridad. Es líder, con cuatro puntos de ventaja sobre el CSKA de Sofía.