La tripulación del Mutua Madrileña celebra el triunfo.

Carlos Vidal
El Mutua Madrileña cerró su participación en el Trofeo Baleària de Ibiza y Formentera a lo campeón. Por si alguien ponía en duda la solidez de su liderato, la embarcación que patronea Peter de Ridder, que ya tenía prácticamente en el bolsillo el título de la Breitling MedCup 2006 tanto en la categoría general como en la Corinthian, ganó las dos regatas disputadas ayer para alzarse también con la victoria en la prueba ibicenca. Mejor, imposible.

«Hemos comenzado relajados y un poco cansados, porque nos sentíamos campeones y ayer (viernes por la noche) salimos a celebrarlo y bebimos mojitos y cerveza. Pero esta mañana lo arreglamos todo y navegamos muy bien. Teníamos la intención de demostrar a la gente que nuestro barco es el mejor y lo hemos conseguido», aseguró el holandés De Ridder que, como suele ser habitual en estos casos, acabó en el agua junto al táctico Ray Davies después de ser arrojado por la borda por el resto de sus tripulantes para celebrar el triunfo.

La falta de viento hizo peligrar el transcurso de la jornada. Sin embargo, y después de una interminable espera, la flota, con las únicas excepciones del accidentado Bribón y el sancionado Santa Ana, comenzó la primera manga sobre la 13,00 horas, con cerca de dos horas de retraso. Quienes no estuvieron nada lentos fueron el Siemens y el Mutua Madrileña, que pronto encabezaron la regata. Las dos embarcaciones protagonizaron el principal duelo de la jornada. No en balde, ambos pugnaban por hacerse con el primer puesto en el Trofeo Baleària y tenían que ir a por todas.