Efe
El español Rafael Nadal, segundo favorito, arrolló al serbio de 19 años Novak Djokovic, por 6-4, 6-4 y abandono por lesión, para colocarse por segundo año consecutivo en las semifinales de Roland Garros. Ya con 58 victorias consecutivas sobre tierra batida, el defensor del título se enfrentará ahora con el ganador del duelo entre el francés Julian Benneteau y el croata Ivan Ljubicic, cuarto favorito. Djokovic decidió abandonar cuando se llevaban disputados una hora y 54 minutos de partido, debido a unos problemas en la espalda, producto sin duda del duro desgaste al que se vio sometido, sobre todo en el primer parcial. Pese a todo, el serbio comentó con cierta altanería, que si no hubiera sido por la lesión el signo podía haber sido otro, porque estaba seguro de tener el mando del partido. «Todo el mundo dice que es el mejor del mundo en esta superficie, pero yo digo que no es invencible», comentó. El serbio saltó a la pista con unas zapatillas en las que llevaba escrito en los talones, «Vamos» en una, y «Nole», su apodo, en la otra, a imagen y semejanza de las de Nadal (Vamos, Nadal). Tenía esperanzas el de Belgrado en alcanzar su sueño, pero no contaba con la lesión. El duelo se había convertido en el cuarto encuentro de cuartos de final más joven desde que comenzó la Era Open en 1968. Y Nadal, a la vez que alcanzar las semifinales, ha logrado asegurarse ya el puesto de número dos del mundo al término de esta semana, independientemente de lo que haga de aquí en adelante.