-Es sólo por cuestiones personales. No ha habido ningún problema con el presidente, la directiva o los jugadores del Eivissa. Pero mi familia y yo llevamos ya tres años en Eivissa y queríamos regresar a Valencia. La decisión ya estaba tomada hace algunas semanas, lo que pasa es que estaba esperando para ver si el equipo se metía en la fase de ascenso. Una vez fuera del 'play off' era el momento de anunciarlo para que el club se ponga en marcha y empiece a planificar la próxima temporada.
-¿Hasta qué punto los resultados han influido en su decisión?
-Está claro que me hubiera gustado clasificar al equipo para el 'play off', pero ese no es el motivo de mi adiós. Por desgracia, en la primera vuelta nos encontramos con problemas de todo tipo, entre lesiones y bajas, y terminanos muy alejados de los cuatro primeros puestos. Después, con la llegada de los refuerzos, hemos hecho una segunda vuelta muy buena, pero los de arriba no han fallado y nos hemos quedado finalmente fuera.
-¿Se esperaba tantos problemas a lo largo de la temporada?
-No, la verdad es que no. Cuando fiché por este club esperaba ciertas cosas que, al final, en vez de ser rojas han sido rosas. Hay aspectos que se podían haber mejorado. De todas formas, lo que quiero ahora es intentar acabar la liga lo mejor posible y, a partir del 30 de mayo, empezar a buscar cosas en Valencia.
-¿Cree que ha habido cierta persecución contra usted por parte de su anterior club?
-No lo llamaría persecución. Sí es verdad que en el derbi se pasaron un pelín y hubo algunas cosas que no me gustaron nada. Pero es que aquí nos metemos en un tema político. De todas formas, creo que si hubiera hecho un par de temporadas en la Peña en las que hubiésemos quedado quintos, no se habría armado tanto revuelo. Pero ellos creían que dejaban marchar un buen entrenador y no les supo bien, sobre todo porque me iba al eterno rival. Sin embargo, el Eivissa me hizo una oferta interesante y deseché otras propuestas importantes porque aquí me ofrecían dos años, aunque al final he descartado seguir esa segunda temporada.
-Tras el encuentro ante el Ciutadella se habló de falta de actitud de los jugadores, ¿se plantea algún tipo de medida?
-No. Es cierto que en el segundo tiempo del partido ante el Atlétic Ciutadella hubo bastante pasotismo por parte de los jugadores, que en vez de jugarse su última opción de 'play off' parecían estar disputando una pachanga. Sin embargo, ahora hay que pensar en acabar la temporada de la forma más digna posible y buscaremos la victoria en los dos últimos encuentros fuera de casa, ante Santanyí y Vilafranca. Pero no habrá ninguna represalia hacia los jugadores.
-¿Qué balance hace de estos tres años en Eivissa?
-Muy buenos. Los dos primeros años en la Peña fueron magníficos tanto a nivel deportivo como personal y la relación con la gente del club fue fenomenal. Este año, en el Eivissa, ha sido diferente. Quizá en Santa Eulària la gente se volcó más conmigo, algo que no ha pasado en el Eivissa, que está más profesionalizado y las relaciones son distintas, más frías. Pero tampoco he sentido más presión en el Eivissa que en la Peña. Llevo muchos años en este deporte y no me asusto fácilmente.
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