GYNEA GRANOLLERS 76
EIVISSA BÀSQUET 66

GYNEA CB GRANOLLERS (22+13+28+12): Fernández (14), Santasusana (9), Vidal (10), Morales (26), Lleomart (11) -cinco inicial-. También jugaron Mesas (2), Sotomayor (-), Cutrina (4) y Sole (-).

EIVISSA BÀSQUET (19+24+13+11): Sevillano (13), Pascual (4), Vázquez (3), Rosa (15), Kelly (10) -cinco inicial-. También jugaron Moreno (11), Domenech (-), López (-)y De la Osa (10).

Àrbitros: Pla Giménez y Ponce Batres. Eliminado Santasusana.

Incidencias: 300 espectadores.

Àrea 11|GRANOLLERS

Buen papel y excelente imagen la que ofreció el Eivissa Bàsquet en su visita a la pista del potente Granollers que supo aprovechar las debilidades colegiales en el tercer cuarto. Sabiéndose descendido y lejos de la presión de la necesidad de ganar Sa Graduada saltó a la pista con la clara intención de jugar lo mejor que sabía, divertirse y acabar lo mejor posible. Dicho y echo.

El primer cuarto resultó mucho más igualado de lo que se esperaba. El Eivissa sabía que sus opciones pasaban por intentar aguantar en el partido el máximo tiempo posible, mientras las fuerzas aguantasen, y saltó a la pista con muchas ganas y una defensa sólida que le proporcionó segundas ocasiones. Por su parte, los locales se vieron sorprendidos por el juego agresivo del conjunto ibicenco y, aunque siempre fueron por delante en el electrónico, nunca consiguieron abrir brecha suficiente para respirar tranquilos. Los ibicencos consiguieron llegar al final de este primer cuarto con tan sólo tres puntos de desventaja (22-19), lo que daba muchas esperanzas a los baleares de cara a un segundo cuarto que fue casi de ensueño.

Los locales seguían demasiado confiados en su superioridad, y se toparon con la sólida defensa de un Eivissa Bàsquet que realizó un cuarto mágico. A los baleares parecía que todo les salía bien. Defendían con contundencia, atacaban con orden y las canastas entraban sin demasiada dificultad. El Eivissa no tardó en ponerse por delante en el electrónico y marcharse al descanso con ocho puntos de ventaja. Pero las cosas no iban a tardar en cambiar.

En la reanudación el Granollers defendió con mucha más contundencia y al Eivissa no le quedaba otra que intentarlo desde la línea de 6 25, pero faltaba acierto ante un conjunto local que, por el contrario, encestaba con facilidad y consiguió darle la vuelta al marcador para poner un 63-56 que dejaba ya casi sentenciado el choque ante un Eivissa al que le fallaban ya las fuerzas.

Así las cosas, el último cuarto fue ya de mero trámite entre un conjunto balear desfallecido y un equipo local que se relajó en exceso.