Un HC Eivissa plagado de jóvenes sale apabullado de Sant Quirze del Vallès

H. Sant Quirze: Marc Jara, García (1), Alijarde (4), Jiménez (8), López (2), Borrell (3), Puig (5) -equipo inicial -. También jugaron Morera (2), Óscar (2), Andreu (1), , Raluy p.s. ,Vallribera, Gracià (1).

H.C. Eivissa: Àlvaro García, Tur (2), Challer(3), Mateo, Patricio (1), Miquel López (6) Bufi (1),- equipo inicial -. También jugaron., López., Polanco (1), Maillo, Ferrer (1).

Parciales: 3-0 (5'); 6-1 (10'); 10-3 (15'); 12-6 (20'); 14-7 (25'); 16-8 (30'); 17-10 (35'); 18-10 (40'); 20-11 (45'); 24-11 (50'); 26-12 (55'); 29-15 (60').

Àrbitros: Abadíes y Pulido (Colegio catalán). Exclusiones a Alijarde, López, Vallribera; Carlos Roig.

Pabellón: Can Casablancas. 200 espectadores.

Àrea 11

Puro tràmite. Eso se esperaba a priori del partido que debían jugar el Sant Quirze y el Cifec Eivissa y así se tomó el conjunto balear el último partido de liga el H. C. Eivissa disputado en la tarde de ayer en el polideportivo Casablancas de Sant Quirze del Vallès. El conjunto pitiuso llegaba con la permanencia en la 1ª Nacional en el bolsillo por eso el Fernando Pastor presentó un equipo plagado de jugadores juniors.

El choque no tuvo nunca historia. Los hombres del entrenador local Pedro dominaron de cabo a rabo un partido que a los diez minutos de juego ya ganaban por cinco goles de diferencia (6-1). Los jugadores jóvenes ibicencos no parecían haberle tomado el pulso a la categoría, por contrario los vallesanos jugaban con excesivo mordiente como si dependiera su futuro en la competición de los puntos que estaban en juego. En el minuto quince los pitiusos consiguieron un parcial positivo de 2-3, para colocar el 12- 6 en el marcador. A los treinta minutos, con 16-8 en el luminoso, concluyó una primera mitad plácida para los locales, pero que demuestra que el conjunto balear tiene buenos jugadores de balonmano en ciernes.

Ya en la reanudación los jugadores locales seguían sin despegar el pedal del acelerador, buscando humillar al conjunto de Fernando Pastor en cada acción de ataque. Un conjunto pitiuso que salió con mayor mentalización en el segundo tramo, fruto de ello consiguieron un parcial de 2-2 en los primeros diez minutos.

Pero fue un mero espejismo, porque los locales elaborando grandes jugadas, incluso gustándose en exceso en su juego, endosaron un 6-1, que ponía el marcador 24-11 cuando faltaban diez largos minutos de un partido que ya no tenía prácticamente ninguna emoción.