Iván Muñoz
La victoria del sábado ante el Nàstic de Tarragona, unida al empate del Crack's contra el Girona, permitió al Rapid aplazar un descenso que, aunque no confirmado de manera matemática, muchos dan por hecho desde hace tiempo. El equipo sacó el orgullo y consiguió darse un margen antes de ver finiquitada su andadura en División de Honor. Pero aunque son conscientes de que la pérdida de la categoría es cuestión de tiempo, en el equipo tienen la intención de seguir dándolo todo hasta final de temporada: «Mientras hay vida hay esperanza, claro. Aunque nosotros pensamos que nuestras posibilidades son remotas y es casi imposible salvarnos, nuestro objetivo y obligación es seguir luchando y peleando cada partido», reconoce Walter Austin. El técnico no cree que sus jugadores tengan la moral más alta tras la victoria ante el equipo catalán: «Los chavales han estado bien de ánimo durante toda la temporada. Sólo tras la derrota ante el Torrelevante pudieron tener algún problema en este aspecto. Ellos entrenan con ganas e ilusión, y en los partidos dan todo lo que pueden. Lo que pasa es que las cosas no salen porque nos enfrentamos a equipos de mucha calidad».

El entrenador británico no puede ocultar cierto malestar por las voces agoreras que desde hace tiempo hacen cálculos acerca de cuándo se consumará el descenso: «La gente tiene que ver que a pesar de ser un equipo modesto y haber pasado muchas dificultades para formarlo los jugadores han luchado. Siempre he dicho que el Rapid antes de empezar la liga era candidato para bajar, y no tiene que sorprender a nadie esta situación. El mero hecho de estar donde está ya se merece un respeto».