Torre Levante 5
Rapid 0

TORRE LEVANTE: Toni, Víctor, Adrián, Suárez, Angel, Pozuelo, Jesús, Carlos, Ximo (Juanma, 75 ), Manzaneque (Tete, 70 ) y Ramón (Owen, 45 ).

RAPID: Carlos, Javi, Manu, Pablo, Toni, Cabrera (Morales, 46 ), Lardi, Aarón, Salina, Antoñito y Riki (Fabra, 88 ).

Àrbitro: Mateo Valero (Colegio valenciano). Amarillas a Adrián, Ximo, Carlos, Javi, Pablo, Salina y Antoñito. Roja directa a Manu.

Goles: 1-0, (min.30):Jesús. 2-0, (min.38):Manzaneque. 3-0, (min.66): Ximo. 4-0 (min.75): Carlos. 5-0 (min.93): Owen.

Àrea 11

El Torre Levante hundió un poco más al Ràpid en un partido para olvidar de los ibicencos, que cada jornada que pasa tienen más lejana la posibilidad de mantener la categoría en esta división de honor de juveniles. Tras el 5 a 0 encajado en Valencia, la salvación queda a nada más y nada menos que quince puntos, todo un abismo, y más teniendo cuenta la debilidad que muestra el equipo de Austin.

La derrota de ayer es aún más grave ya que los valencianos son otro de los cuatro equipos implicados en la zona de descenso. Esta delicada situación fue la que precisamente espoleó a los locales desde el inicio en busca de tres puntos que les permitieran huir del posible peligro.

Al Ràpid, en cambio, se le vio más pendiente de defender que de atacar. De hecho, apenas dispuso de ocasiones de gol claras, lo que hacía preveer un partido con escasas opciones de puntuar. Curiosamente, fue en la retaguardia donde aparecieron las principales vías del agua que iban a desangrar al equipo.

En todo momento, los chicos de Austin mostraron una alarmante falta de carácter que tendría su rápido castigo en forma de dos goles antes del descanso. En el minuto 30 y en el 38 los locales Jesús y Manzaneque habían prácticamente sentenciado el partido. Era un jarro de agua fría para un equipo moralmente tocado. A partir de ese momento se le vio poco capacitado para reaccionar en todos los aspectos. El panorama se tornó negro al cien por cien con el 3 a 0 conseguido por Ximo en el ecuador de la segunda parte. Las remotas posibilidades de empatar se habían esfumado de un plumazo y una nueva derrota se acercaba al casillero del Ràpid, cuya autoestima caía otra vez por los suelos tras las esperanzas creadas la semana pasada.