Espanyol 2
Deportivo 1

ESPANYOL: Gorka Iraizoz (**), Armando Sá (**), Lopo (**), Jarque (**), Domi (**), Costa (**), Moisés Hurtado (**), Juanfran (**), Luis García (**), Jofre (**) y Pandiani (**).
Cambios:Coro (*) por Jofre y De la Peña (*)por Armando Sá.

DEPORTIVO: Molina (**), Manuel Pablo (**), Andrade (**), Juanma (**), Capdevila (**), Duscher (**), Coloccini (**), Víctor (**), Munitis (**), Rubén Castro (**) y Arizmendi (**).
Cambios: Tristán (*)por Arizmendi, Sergio (*) por Rubén Castro y De Guzmán (*)por Víctor.

Àrbitro: Medina Cantalejo (comité andaluz). Amonestó con cartulina amarilla a Lopo (min. 4), Armando Sá (min. 20), Gorka Iraizoz (min. 37), Munitis (min. 39), Capdevila (min. 43), Duscher (min. 45), Víctor (min. 70) y expulsó con tarjeta roja directa a Coloccini (min. 61).

Goles:
0-1, minuto 4, Rubén Castro, de penalti.
1-1, minuto 56, Luis García, de penalti.
2-1, minuto 90, Pandiani.

Javier Giraldo|BARCELONA

En un choque vibrante que hizo justicia al viejo prestigio de la Copa del Rey, el Espanyol tomó ventaja en la semifinal gracias a un postrero gol del ex deportivista Walter Pandiani que premió la fe del conjunto catalán y obligará al Deportivo a multiplicar esfuerzos en el choque de vuelta.

Marcado por una decisión arbitral, el partido cambió en el tercer minuto de partido. Aún estaban tanteándose ambos equipos cuando Medina Cantalejo castigó con penalti una caída de Arizmendi ante Lopo. Era la primera falta del partido, pero el colegiado no dudó y se fue directo hacia los once metros.

La pena máxima, transformada por Rubén Castro, indignó a la grada, espoleó al Espanyol y sosegó al Deportivo. Los planes previos se habían quedado en papel mojado y el partido empezaba de nuevo. El Espanyol vio el partido tan cuesta arriba que se dedicó a apretar el acelerador. Lo hizo con mérito, entregado a la causa, animado por un público enérgico y dirigido por un Lotina más empeñado en asediar al cuarto árbitro que en ordenar sus piezas.

Problemas

Medina Cantalejo acaparó el protagonismo en la reanudación. Señaló otro penalti, esta vez a favor del Espanyol por unas manos de Andrade y el partido volvió a cambiar de signo: Luis García transformó la pena máxima y las fuerzas se igualaron.

Y cuando Montjuïc ya hacía números, a De la Peña se le encendió la luz. Rebañó un balón en la frontal y lo colocó de manera inverosímil entre la tela de araña que formaban los zagueros del Depor. Tras un rechace, la pelota cayó en los pies de Pandiani, que no tuvo piedad. Marcó y no lo celebró, pero la grada se lo agradeció.