Antonio Vázquez, al fondo de la imagen, ha participado en cuatro Juegos y es campeón olímpico de tiro con arco por equipos.

Participar en unos Juegos Olímpicos es el sueño de todo atleta. No obstante, pocos son los que pueden presumir de haber estado en unas Olimpiadas. En Eivissa y Formentera hay al menos cinco deportistas que sí conocen lo que es vivir esa experiencia: Antonio Vázquez, Felipe Vivancos, Mar Sánchez, Asier Fernández y Eduardo Prendes. La lista promete seguir creciendo con los años y en Pekín 2008 y Londres 2012 seguro que habrá más de un pitiuso.

Antonio Vázquez, que todavía sigue compitiendo con el S'Arc d'Eivissa de arco compuesto, es el que más lejos ha llegado. El arquero fue campeón olímpico en Barcelona 92 por equipos y ha participado en un total de cuatro Olimpiadas. «Mi mejor recuerdo olímpico, lógicamente, es el oro conseguido en Barcelona. Sin embargo, también recuerdo con cariño la participación en Moscú 80, el año del boicot estadounidense. Fueron mis primeros Juegos y, con 18 años, te pilla todo de primeras. Además, el deporte aún era más amateur. Ya en Seúl 88 empezó a ser algo más comercial y, Barcelona 92 y Atlanta 96, fueron bonitos por la medalla, pero deporte no profesional debe quedar el tiro con arco y pocos más. Las Olimpiadas son ya demasiado comerciales», asegura Vázquez. El arquero cree que tiene el relevo asegurado y que «Dani Morillo o Magali Foulon, por ejemplo, pueden llegar a ser olímpicos. Son jóvenes y tienen buenas marcas. Todo es cuestión de seguir afinando».

Peores recuerdos guarda Asier Fernández, director de la Escuela de Vela de Formentera. El regatista fue sexto en clase Mistral en Barcelona 92 y asegura que las Olimpiadas son «una guerra sin armas. La competencia es feroz. De esa que te dan un puñal y te dicen que para conseguir una medalla hay que usarlo, y no hay duda de que te dan una puñalada. Vale todo con tal de ganar. En cuanto a los resultados, acabé sexto, pero es que era medalla de plata hasta la penúltima prueba en la que un juez español, el único que había, me descalificó», recuerda. En su escuela hay varios jóvenes promesas que podrían dar mucho que hablar en windsurf.