REAL MADRID 72
FC BARCELONA 73

REAL MADRID (18+14+25+15): Sonko (13), Bullock (5), Tomas (11), Hervelle (10), Reyes (13) -cinco inicial-, Hamilton (5), Gelabale (13) y Hernández Sonseca (2).

FC BARCELONA (20+23+12+18): Thorton (13), Basile (17), Williams (4), Fucka (6), Marconato (15) -cinco inicial-, Vujanic (2), Gasol (6), Kakiuzis (10), De la Fuente (-) y Grimau.

Arbitros: Martín Bertrán, Redondo y Pérez Pizarro. Sin eliminados.

Incidencias: Palacio Vistalegre ante unos 12.500 espectadores.

Efe

Marko Tomas cerró el primer derbi Madrid-Barcelona de la temporada con los dos tiros libres del 72-73, el exiguo marcador que dio el triunfo al conjunto barcelonés en Vistalegre mientras aún se discutía si la última falta personal del choque, cometida por el estadounidense Shamon Williams sobre el croata, conllevaba tres tiros libres y no los dos que se le concedieron. En realidad, el desenlace sólo alimentará polémicas superficiales. El Barcelona superó al Madrid en el cómputo global del choque. Fue mejor, cómo lo ha sido las últimas veces que ha aparecido por la cancha del máximo rival.

El Barcelona adoptó el perfil que corresponde al líder. Los azulgranas sólo estuvieron tres veces por detrás en el marcador antes del descanso (4-3; 21-20 y 34-23). El campeón, dominador de la campaña pasada, tuvo que jugar a remolque, plegarse al guión implantado por los chicos de Ivanovic. El italiano Denis Marconato despuntó con un trabajo serio y sólido dentro de las dos zonas. El estadounidense Louis Bullock, por el contrario, apenas influyó.

La defensa catalana le siguió de cerca y el Madrid, sin Rakocevic y con el norteamericano limitado, sólo pudo sacar la cabeza por medio de Felipe Reyes, en el tercer cuarto. Los madridistas se pusieron a un punto en el último tramo (65-66).

Al principio del tercero perdían por catorce (34-48). Forzaron un final apretado, pero erraron unos cuantos lanzamientos que dieron al Barcelona el colchón de seguridad preciso para sortear las traicioneras posesiones finales de un rival que sabe hacer daño desde el triple y que, de hecho, vivió de ese recurso sin rubor en numerosas ocasiones. Williams lo sabía y salió a por Tomas como un tranvía cuando el croata perseguía el empate desde el arco. Los árbitros dieron dos tiros, no tres. El Barca ganó por un uno. Poca diferencia entre el líder y el campeón.