PANATHINAIKOS: Galinovic; Vintra, Biscan, Morris, Darlas, Flavio Conceicao, Nilsson, Seric, Ezequiel González, Mantzios y Torghelle.

Cambios: Leontiou por Torghelle, Papadopoulos por González y Wooter por Seri.

BARCELONA: Valdés; Belletti, Puyol, Márquez, Van Bronckhorst, Xavi, Van Bommel, Deco, Larsson, Ronaldinho y Etoo.

Cambios: Motta por Van Bommel, Messi por Larsson e Iniesta por Xavi.

Àrbitro: Frank de Bleeckere (BEL). Mostró cartulina amarilla a Torghelle (m.10), Van Bommel (m.36), Seric (m.44) y a Xavi (m.73).

Efe|ATENAS
Un punto fue el botín que el Barcelona se llevó del estadio Olímpico de Atenas en el Panathinaikos (0-0), un empate que le ayudará seguramente en la clasificación, pero no para mejorar el estado futbolístico de un equipo que se ha abonado a este resultado desde el inicio de la temporada.

En un combate de boxeo, los azulgrana hubieran ganado claramente a los puntos, pero el fútbol es otra cosa. De todos modos, el equipo de Frank Rijkaard no despejó las dudas sobre su fútbol y aburrió con un juego plano.

Los primeros diez minutos del Barcelona fueron lo mejor del partido. Controló como quiso la situación con un fútbol dinámico y pudo marcar en un par de ocasiones. Eto'o aprovechó la defensa en línea planteada por Malesani para situarse ante Galinovic (m.7), pero el camerunés estrelló la pelota contra el meta croata.

Después Van Bronckhorst, en un rápido lanzamiento de falta de Deco (m.9), disparó demasiado cruzado. Sin embargo, a partir de entonces las continuas pérdidas de balón de los azulgrana dieron vida a los griegos, que se fueron animando con el paso de los minutos.

Rijkaard había dispuesto de salida una alineación sin Messi ni Oleguer en el titular. Larsson jugó por la derecha, Márquez acompañó a Puyol en el eje defensivo y el equipo ofreció buenos detalles hasta que sin motivo aparente, empezó a sufrir cuando los griegos jugaron balones en largo para la pareja de delanteros: el local Mantzios y el húngaro Torghelle.

Precisamente, Mantzios tuvo en el minuto 20 la mejor ocasión de su equipo en todo el partido. Ganó la acción a Puyol, pero Valdés no tuvo dificultades en detener el balón.

Sin poder trenzar juego, con múltiples errores en el pase, el Barcelona se sintió incómodo no por la calidad del rival, sino porque estuvo muchos minutos sin tener el balón y su fútbol fue demasiado previsible, producto de que las estrellas barcelonistas (Ronaldinho, Deco, Eto'o) apenas aparecieron.

En el inicio del segundo tiempo, los de Rijkaard intentaron mantener más el balón. Sus jugadores abrieron el campo y actuaron más por las bandas con lo que los barcelonistas se acercaron con más asiduidad sobre la meta de Galinovic.