Efe|ZÚRICH
La mano de Franz Beckenbauer, presidente del Comité Organizador de Alemania 2006, decidió los emparejamientos de la repesca que determinará las últimas tres plazas mundialista para Europa, que tendrá catorce selecciones, y en la que España se jugará su clasificación contra Eslovaquia.

La sede de la FIFA acogió este mediodía el sorteo para determinar los enfrentamientos de la última eliminatoria previa a Alemania 2006, que se jugará el 12 y el 16 de noviembre. Suiza quedó emparejada con Turquía y Noruega con la República Checa para jugarse también su pasaporte al Mundial.

El sorteo, que definió además el orden de juego de los parti- dos, encua- dró en un grupo a España, Turquía y República Checa al considerarlos como cabezas de serie según la clasificación de septiembre de la FIFA, y en el otro a Suiza, Noruega y Eslovaquia, las otras tres selecciones obligadas a pasar por la repesca.

El presidente de FIFA, Joseph Blatter, abrió el acto con una breve alocución en presencia, entre otros, del presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), Angel María Villar, quien, en primera fila y sentado junto a Franz Beckenbauer, esperaba conocer la suerte de la selección, que ya pasó por la repesca para llegar a la Eurocopa de Portugal'2004, entonces con Noruega como rival.

El encargado de extraer las bolas fue precisamente Beckenbauer que sacó en primer lugar la de España y a continuación la de Eslovaquia, equipo clasificado en segundo lugar del grupo 3 de la fase de clasificación detrás de Portugal, y que privó a Rusia de acceder a la eliminatoria de repesca.

España, segunda del grupo 7 detrás de Serbia, y Eslovaquia revivirán dentro de un mes los dos únicos enfrentamientos que han disputado en su historia. Fue en la temporada 96-97, en la fase de clasificación para el Mundial de Francia 98, cuando los españoles, dirigidos por Javier Clemente, se impusieron en los dos partidos jugados en Tenerife (4-1) y en Bratislava (1-2).

Antes de ejercer como «mano inocente», Beckenbauer anunció que Alemania 2006 estará «a la vanguardia» y expresó su deseo de que el próximo mundial «mejore el nivel futbolístico» de los últimos campeonatos, ya que, según dijo, desde México'86 «no ha habido mucho espectáculo».

Tras quedar determinado el orden de juego de la eliminatoria de España, con el partido de ida en el Vicente Calderón el 12 de noviembre, salió la bola de Turquía, segundo del Grupo 2 detrás de Ucrania y delante de Dinamarca, que quedó emparejada con Suiza, que ha perdido el billete directo a última hora tras malograr su principal artillero, Alexander Frei, clamorosas ocasiones de gol en Irlanda.

Suiza, que acabó como segundo del grupo 4 detrás de Francia y empatado a puntos con Israel, jugará el primer partido en su casa y viajará a Turquía en el último intento de entrar en el sorteo del Mundial, el 9 de diciembre en Leipzig.

El tercer cruce de la repesca lo protagonizarán Noruega y la República Checa, segundos de los grupos 5 y 1, respectivamente, que disputarán el primer enfrentamiento en campo noruego.

Luis Aragonés, seleccionador nacional de fútbol, declaró que lo que menos le ha gustado «no es el rival, sino el hecho de tener que jugar el segundo partido fuera». «Todos los rivales que estaban en el bombo eran complicados. Cualquier rival de los tres que nos hubiese tocado tenía sus dificultades, unos porque manejan bien la segunda jugada y otros, como Suiza, porque quizás futbolísticamente era la mejor».

Gustos
«Eslovaquia, por cosas mías particulares, era la que menos me gustaba. Pero ya una vez que te ha tocado, pues está bien», añadió. A juicio de Luis Aragonés, «Eslovaquia tiene un fútbol recio, un fútbol importante». «Incluso, hablaba con un amigo portugués, ya que las dos selecciones han estado en el mismo grupo, y me comentaba lo mismo que yo pensaba. Físicamente es un equipo que se mueve bastante bien sin balón, que lo lucha y lo pelea todo», explicó.

«Sin embargo, creo que técnicamente somos superiores y es ahí donde tenemos nuestra mejor baza y donde tenemos que basar nuestra superioridad», comentó. «Por otro lado, lo que menos me ha gustado ha sido el orden de los partidos. El hecho de jugar primero en casa no me ha hecho mucha gracia. El partido en casa será muy importante, ya que luego ellos allí, en Bratislava, con su público, se crecen», añadió.

«El público eslovaco es muy apasionado. Además, el campo en el que juegan habitualmente tiene la grada muy cerca del césped y con su apoyo ellos se crecen en su casa», puntualizó.